Los mensajes de Nayib están cada día en las redes sociales. Así como la publicidad cada día nos dice que consumir; los políticos quieren decirnos que pensar, creer y sentir. En esta práctica de la política tradicional también se inserta Nayib con sus mensajes. Hay que reconocerle como orador talentoso, que maneja muy bien la técnica del storyelling. Así que bien harían los políticos en tomar escuela de sus intervenciones públicas.
Sin embargo, el manejo de las técnicas de relaciones públicas, no le libra de la práctica tradicional de los políticos, de enviar mensajes cargados de falacias, que distorsionan la realidad a conveniencia, como cuando dice que todos los partidos perdieron en las pasadas elecciones, seguro con el propósito de motivar a los seguidores e impulsar su campaña política.
Saber quién gana o pierde, no es tan fácil, cuando nos desconectamos de la realidad, cuando distorsionamos el significado de los datos.
En toda competición donde presumiblemente habrá un ganado, con seguridad habrá alguien que pierda. Negar esto es distorsionar la realidad. Para evitar esto, se establecen reglas previas; por ejemplo, en el futbol, se establece que el equipo que haga más goles, gana el partido. Así también, en las elecciones se gana por mayoría de votos válidos. Las reglas le dan sentido y significado a los datos de los resultados tanto en el fútbol como el campo electoral.
No obstante, que los hechos de la realidad, en alguna medida están conectados, cada tipo de competición tiene sus propias reglas y dinámicas. Así, la realidad de Kodak, la empresa que menciona Nayib en su mensaje del 5 de marzo, es muy distinta a la realidad de un partido, como por ejemplo el PDC, al que apoyó Nayib en San Miguel. Pues si Kodak se declaró en bancarrota y vendió sus patentes; el PDC en cambio, consiguió que Nayib, el pasado 4 febrero, le echara un palancaso de cara las elecciones del 4 marzo.
En este sentido, es una racionalidad mística, decir que todos los partidos políticos han perdido, cuando las reglas de la competición previamente establecidas dan como claro perdedor en San Miguel, al candidato del PDC, y ganador al candidato del FMLN, pese a que Nayib apoyó al PDC.
La racionalidad mística permite decir cualquier cosa, así como a los pobres se les dice que son más ricos que los millonarios; también es posible decir que ARENA perdió en las elecciones pasadas, pese a que gano más de 130 alcaldía y cerca de 40 puestos de poder en la Asamblea Legislativa, con todo los efectos que tiene este resultado. La falacia en este caso consiste en desconocer las reglas y la dinámica de la realidad concreta, creando un marco conceptual amañado que nos permita fundamentar una idea distorsionada de la realidad.
Las ideas distorsionadas de la realidad quizás sean muy agradables al oído, y nos haga sentir felices. Tan cierto es, que desde tiempos antiguos, la gente ha buscado quién le lea la mano, que le profetice un futuro maravilloso. Aunque nadie sabe con total cereza lo que viene con la nueva correlación de fuerza en el órgano legislativo y en los gobiernos locales, lo que sí es claro, que la correlación es favorable a la derecha salvadoreña, y que es gracias a la división de la fuerza de la izquierda.
Si reconocemos que hay un ganador, también reconocemos un perdedor más notable, el FMLN. No obstante, que pueden culpar a otros por la derrota, deben revisar que les hizo ganar en el pasado y que hicieron diferente ahora, o si prefieren pueden recurrir a la racionalidad mística al igual que Nayib, y creer por ejemplo, que es el destino quiso que así fueran las cosas o que Nayib provoco todo este revés que recibieron en las pasadas elecciones.
P.D.
¿Podemos decir cualquier cosa en el movimiento nuevas ideas? Por ejemplo, busquemos un candidato que este más conectado con la realidad, que tenga rumbo político y propuestas claras.
Escrito por: Fredis Pereira