Con mucha razón la sociedad salvadoreña se ha visto sobresaltada por el incremento de los feminicidios. Las voces de los periodistas y la opinión pública se han hecho sentir fuerte y el gabinete de gobierno ha declarado una justificada alerta en sus instituciones.
Pero ¿qué hay detrás de este fenómeno?
Obviamente hay un componente criminal que debe ser neutralizado mediante la persecución del delito por la policía y la fiscalía, siendo muy importante el mayor empeño investigativo, la tecnificación y la dotación de más recursos.
Pero, ese primer escalón represivo no es suficiente para contener los feminicidios.
Nos enfrentamos a un problema que tiene raíces históricas y culturales.
Culturales, porque las metrópolis que moldean nuestra cultura aceptan y cultivan como normal la visión de la mujer como objeto desechable.
Las conductas misóginas del presidente Trump son aceptadas y tomadas mundialmente como una excentricidad singular de un personaje que ayuda a vender más noticias. La opinión pública mundial no las condena. Las celebra veladamente.
En el cine y las series de televisión, los asesinatos de mujeres son parte del condimento para que la narración sea interesante como en Kill Bill y muchas otras.
Históricamente, los asesinatos de mujeres forman parte del lado oscuro de nuestra vida nacional nunca suficientemente condenado.
En 1989, Elba y Celina Ramos fueron asesinados con una frialdad espeluznante pero la opinión pública no los calificó como “feminicidios”. Fueron “errores” de unos militares que después el poder judicial se encargó de amnistiarlos.
En 1980, 4 monjas Mariknoll fueron brutalmente asesinadas, pero se consideró que había sido nada más el producto del error de 4 guardias nacionales.
Cientos de mujeres fueron asesinadas en décadas de represión política pero siempre se consideraron como los daños colaterales en el marco de la doctrina de la seguridad nacional.
El Estado y la sociedad nunca ha hecho un reconocimiento público y profundo de los graves errores y las tremendas consecuencias de la violencia contra las mujeres.
Por el contrario, el abuso de autoridad sexista se considera parte del necesario funcionamiento del status quo.
“En el ambiente “jurídico” conozco varios hombres profesionales, con muchos títulos rimbombantes, pero psicópatas y misóginos hasta la coronilla” escribió en su twitter la prestigiosa abogada Bertha Maria Deleon recientemente.
Si el medio jurídico y el poder judicial están llenos de sexismo y misoginia ¿Qué justicia se puede esperar para las víctimas? ¿Y que más impunidad para los feminicidas?
La ola de feminicidio es como un Frankestein que ahora asusta a la sociedad y al Estado pero que ha sido creado por ambos, en complicidad.
Ahora deben juntos, Estado y sociedad, destruir con urgencia, al monstruo del feminicidio.
Por Carlos Argueta.
Al final no dijo nada…..
El asesinato de Melida Anaya Montes acaecido el 6 de abril de 1983 en la ciudad de Managua, de 53 años de edad― quien fue asesinada brutalmente siendo apuñalada 86 veces con un picahielo por el FMLN constituye el mas grande feminicidio ocurrido con una particularidad vigente, los autores intelectuales de su asesinato quedaron en absoluta impunidad O que decir del asesinato de la joven Isabel Casanova Porras de mas de 40 disparos de AK 47 por escuadrones de la muerte de izquierda también en impunidad Si el abordaje del feminicidio quieren hacerlo con sesgo ideológico siempre encontraran que la… Leer más »
En el caso de las monjas asesinadas existio juicio y condena a 30 años de prision, en el caso del asesinato de Elba y Celina existe una condena vigente pero en el caso de crimenes de lesa hunanidad del FMLN lo que existe se llama IMPUNIDAD, los feminicidios cometidos por el FMLN siguen impunes y constituyen la base histórica y cultural, una lastima que Carlos Argueta no los mencione de esa manera porque es parte de la generación de escritores que quiere continuar haciendole creer a una sociedad que en El Salvador El Estado y la sociedad nunca ha hecho… Leer más »
LO PEOR ES QUE LOS JUICIOS A LOS FEMINICIDAS VAN A PASO DE TORTUGA. ¿POR QUÉ SE HAN TARDADO EN HACERLE JUICIO AL DENIS SUAREZ QUE ASESINÓ A LA DOCTORA EN SANTA ANA. DA LA IMPRESION QUE DEJAN PASAR EL TIEMPO PARA MIENTRAS SE DAN MAS CASOS. ¿POR QUE A OTRAS PERSONAS RAPIDO LES HACEN JUICIO , LES DECOMISAN TODO Y A LOS FEMINICIDAS, NI SIQUIERA, COMO EN OTROS PAÍSES , LLAMAN A LOS PADRES DE LAS VICTIMAS, LES SACAN SU HISTORIAL DESDE QUE ERAN NIÑOS, SE SABEN SUS ANTECEDENTES Y AQUI EN EL SALVADOR, NUNCA SE SABE NADA DEL… Leer más »
Disculpe señor pero JOSE tiene razon, la izquierda cometio varios feminicidios que han quedado totalmente en la impunidad, melida, clelia, que segun entiendo la mataron en nicaragua uno de ellos mismos, y eso todavia esta compartimentado, y que decir de los miles de muertos que estan escondidos en san vicente en el famoso caso de mayo sibrian. la supuesta revolucion de impulsaron incluyo a las mujeres solo para hacer la lucha y nunca para promover sus derechos.