Por: Julio Rodríguez
La noche del 31 de diciembre los nervios de Manuel explotaban más fuerte que los cohetes, su corazón parecía que sufriría un infarto y el sueño solo podía lograrlo con una dosis doble de anestesia al ver la gabacha blanca manga larga que colgaba en su habitación. No había marcha atrás.
“Ponerse esa gabacha es como el salto del hombre en la luna, es pasar de estudiante Externo de medicina al Interno que será llamado doctor por los Residentes, las enfermeras, el personal y los pacientes” explica embargado aún con los sentimientos de aquella noche, cuando dejaría de usar la gabacha manga corta de externo.
El 1 de enero, Claudia, una compañera de estudios, recibió el año nuevo en la capital a 250 kilómetros de su pueblo, “Aún se escuchaba el sonido de algunos cohetes cuando me presenté bien de madrugada al hospital con mi gabacha blanca manga larga” recuerda mientras escribe en un maltratado expediente gris.
Un promedio de 500 estudiantes de la Universidad de El Salvador y varias privadas comienzan su 7º Año del Doctorado en Medicina General en las primeras horas de año nuevo en hospitales nacionales de Primero, Segundo y Tercer Nivel, así como en Unidades de Salud, donde pasarán todo el año rotando por diferentes servicios, examinando enfermos reales, anotando indicaciones, prescribiendo medicina y siendo evaluados constantemente por Residentes, Jefes de Unidades Especializadas y hasta Directores.
Un Interno cumple una jornada laboral de entre 10 y 36 horas combinadas entre atención a pacientes y pruebas académicas. Es, literalmente, un empleado del sistema de salud y un poco menos del 50% (seleccionados por mejor CUM) reciben un salario de unos 410 dólares líquidos, el resto se las tendrá que arreglar sólo con la ayuda de su mamá o su papá que son profesionales, empleados, obreros y comerciantes; y algunos por el contrario venderá golosinas, lapiceros u otras cosas entre sus compañeros dentro del hospital para crearse un ingreso mínimo.
La mayoría de los Internos pasa de los 24 años, no se alimentan adecuadamente, presentan algunas dolencias físicas, y aunque el trabajo es igual no a todos les paga el Ministerio de Salud ¿Por qué no? Es una pregunta sin respuesta de las autoridades, que tampoco controlan otros aspectos como los abusos de Médicos Residentes, Jefes de Unidades especializadas u otros que tengan alguna responsabilidad de evaluación sobre ellos.
“Por ejemplo la autoridad se quiere imponer con insultos, discriminación, acoso y comportamientos que rayan con abusos de autoridad” me revela Julia, que proviene de una familia de profesionales de la medicina. No faltan las amenazas de un Residente con los, ya casi olvidados, castigos “Sa-Mingo” (Turno de Sábado a Domingo) o el “Lu-lu” (De lunes a lunes).
Alberto le quita llave a la puerta del cuarto de Internos del Rosales y me encuentro con fugas de agua, paredes manchadas, camarotes con o sin colchones, y chatarra que lo clasifica como una bodega o peor aún como una “casa destroyer”.
El trato de algunos médicos – porque hay verdaderos maestros de medicina – y las condiciones de aprendizaje hacen del 7º año de medicina una prueba de resistencia y ratificación de la convicción de estos jóvenes de ser profesionales de la medicina en un país de tercer de mundo como El Salvador, donde serlo se convierte en un apostolado.
¿Cuántos de ellos se volverán mercaderes de la medicina? Solo el tiempo lo dirá, pero con unos cuantos que no olviden la noche del 31 de diciembre, cuando no pudieron dormir por la emoción de la gabacha blanca manga larga, los pobres seguirán teniendo esperanza y Dios bendecirá sus vidas pues habrán sido siervos fieles, que cumplieron con la enseñanza del mejor médico “estuve enfermo y me cuidaste”.
Te has quedado muy corto Julio con tu nota, muy gratificante por cierto al leerla por los recuerdos que se me vienen a la mente así como los miles de colegas que la podemos leer
TIENE MUCHA RAZON EN LO QUE DICE EL HOSPITAL ESTA SIN MEDICINAS SIN RECURSOS BASICOS NO HICIERON NADA POR LOS HOSPITALES NI ARENA NI EL FRENTE.
Y LA GENTE MUERE POR NO TENER LOS CINCO DOLARES PARA LA DIALISIS
ARENA NUNCA MAS
FMLN NUNCA MAS
Realmente antes, en los 70´s el trabajo del interno era de casi 100 hrs de trabajo por semana. Nos pagaban 500 colones al mes. El trabajo fue duro pero si el año donde se practica toda la teoría y se aprende a operar en cirugía. De los mejores años.