El Salvador ocupó, en 2023, el último lugar en la tasa de homicidios en 20 países de América Latina y El Caribe, según el sitio Statista, que es una plataforma de datos e inteligencia empresarial de origen alemán.
Según el informe, en 2023, la tasa de homicidios más alta en 20 países encuestados en América Latina se registró en Jamaica, con alrededor de 60,9 asesinatos cometidos por cada 100.000 habitantes. Ecuador quedó en segundo lugar, con una tasa de homicidios de 44,5; mientras que Honduras ocupó el quinto lugar, con 31,1. «En el mismo año, la tasa más baja se registró en El Salvador, con una tasa de homicidios de 2,4 por 100.000 habitantes», señala el documento.
La violencia y el crimen son algunos de los problemas más apremiantes que afectan a la sociedad latinoamericana en la actualidad. En esta región se encuentran más de 40 de las 50 ciudades más peligrosas del mundo, así como dos de los veinte países con menor paz del mundo según el Índice de Paz Global.
A pesar del gran gasto de los gobiernos en seguridad y las altas tasas de encarcelamiento, el tráfico de drogas y armas, el crimen organizado y las pandillas han convertido la violencia en una epidemia que afecta a toda la región y una solución a este problema parece difícil de alcanzar.
En el caso de México, esta nación destaca como un ejemplo del gran costo que la violencia supone para un país, ya que más allá de cobrar vidas humanas, también afecta la vida cotidiana y tiene un impacto negativo en la economía.
Los mexicanos tienen un alto nivel percibido de inseguridad, pues no sólo temen ser víctimas de homicidio, sino también de otros delitos comunes, como agresión o violación. Este miedo impide a las personas realizar actividades cotidianas, por ejemplo, salir de noche, tomar un taxi o ir al cine o al teatro. Además, el costo económico de la violencia en México es más que considerable. Por ejemplo, el costo del homicidio y los delitos violentos ascendió a 2233.9 y 1565.8 mil millones de pesos mexicanos en 2021, respectivamente.
Para el caso de El Salvador, el país con menos homicidios, este viene de una ola de asesinatos y violencia atribuido a las pandillas; sin embargo, la administración del presidente Nayib Bukele, impuso el 27 de marzo de 2022, un régimen de excepción, que ha disminuido esas cifras hasta bajarlas a 2.4 por cada 100 mil habitantes, tal como lo confirma el informe de la plataforma «Statista».