Según la relación de los hechos, el 8 de septiembre, Félix Alcides Catota Linares, de 29 años, salió de su casa en el cantón Palo Campana, en Santa Ana, para realizar trabajos de mantenimiento en la calle principal de su cantón, extendiéndose hasta la carretera al Cerro Verde, como parte de un proyecto impulsado por miembros de la ADESCO de la zona.
Félix formó un trío de trabajo con Fausto Wilfredo D. y otro hombre, laborando hasta el mediodía. Posteriormente, se dirigió con su tercer compañero a realizar trabajos en la casa de una vecina. Al finalizar, le pidió que se adelantara, ya que iba a devolver un azadón que le habían prestado. Desde ese momento, no se tuvo más noticias de él.
Esa noche, Félix no regresó a casa, pero su esposa no se preocupó de inmediato, ya que solía quedarse bebiendo y regresaba al día siguiente. Sin embargo, al no presentarse en su trabajo ni aparecer al día siguiente, su esposa decidió denunciar su desaparición.
Familiares, amigos y autoridades iniciaron la búsqueda. El 10 de septiembre, encontraron rastros de sangre que condujeron hasta la cancha de fútbol del cantón, donde hallaron el cadáver de Félix. Había sido degollado, lo que causó un fallo cardiocirculatorio letal.
Las investigaciones apuntaron a Fausto como principal sospechoso. Fue localizado en el cantón Santa Elena, de Texistepeque, y confesó haber atacado a su amigo con un corvo.
El Juzgado Cuarto de Paz de Santa Ana realizó la audiencia inicial en su contra por el delito de homicidio simple. Los indicios de prueba presentados, establecieron su probable responsabilidad en el delito, por lo que se ordenó la continuación del proceso penal con la medida de la detención provisional para el acusado.