Durante los 10 años de administración del área natural protegida del Parque del Bicentenario SALVANATURA, esta institución ha restaurado un ecosistema que estaba degradado y abandonado. Esta restauración del ecosistema no ha sido únicamente un servicio ambiental, sino un servicio social para la población del Gran San Salvador.
El pasado 15 de enero concluyó el contrato de administración que le confirieron las alcaldías de San Salvador y Antiguo Cuscatlán, por lo que SALVANATURA agradeció la oportunidad de contribuir en el manejo del Parque del Bicentenario y que permitió restaurarlo hasta convertirlo en un Bosque Secundario en recuperación plena.
Según el presidente de SALVANATURA, Miguel Araujo, el Parque del Bicentenario no es un simple parque urbano o jardín público, sino un área natural protegida, la cual implica un manejo y un uso completamente diferente con énfasis y prioridad a la protección y restauración del ecosistema.
“A diferencia de los parques y jardines municipales, la población puede encontrar en el Parque del Bicentenario una experiencia de contacto directo con la naturaleza, permitiendo conocer especies nativas del bosque y de avistamientos de animales en su hábitat natural”, detalló Araujo.
De igual forma destacó como el logro más importante de la administración del Parque del Bicentenario, las prácticas correctas de restauración natural que lo llevó a ser una fuente de servicios ecosistémicos para la población del Gran San Salvador.
“Las pruebas de ese logro, es que hoy el Parque del Bicentenario es parte de un área que alimenta un 40 por ciento del agua para el manto acuífero de San Salvador. Se ha convertido en una barrera natural para evitar desastres en las zonas bajas del área metropolitana como lo sucedido en la colonia La Málaga, su fauna y flora se multiplicaron y se diversificaron. Además, hoy el parque es el principal regulador natural de temperatura y purificador del aire contaminado de la ciudad y se hizo el centro preferido de recreación y esparcimiento de la familia salvadoreña”, explicó el presidente de SALVANATURA.
Finalmente, Miguel Araujo señaló que luego de sus 10 años de administración en el Parque del Bicentenario, deja un tesoro para los salvadoreños, recomendando que el área necesita de un cuido idóneo y especializado para continuar siendo una fuente de servicios ecosistémicos para el país y para los salvadoreños.
Y que paso con la puerta del diablo???? tambien golfo de fonseca deberia ser una zona alta en turismo, si se pudiera, poner un mini aeropuerto con avionetas que aterrizen en el agua, ferris, etc….