Un salvadoreño y su hija de dos años murieron ahogados en el Río Bravo cuando buscaban ingresar a Estados Unidos.
Óscar N., y su hija Valeria, originarios de El Salvador, se sumergieron en el río para ingresar a Brownsville, pero murieron en el intento.
En la tarde del domingo, Tania N., esposa de Óscar y madre de la niña, pidió el apoyo de las autoridades de Matamoros, tras ver cómo el cuerpo de sus familiares se sumergieron en el río.
Los cadáveres emergieron la mañana de este lunes 24 de junio.
La mujer relató cómo desde hace dos meses esperaban en un campamento del Puente Nuevo una cita para pedir asilo político, pero al alargarse ese momento se desesperaron y decidieron cruzar por el río.
Duele el alma ver estos casos, valoremos a las demás personas, que Dios los reciba en la casa celestial, tiene dos ángeles más.
Que tristeza ver eso…teniendo un psis tan rico en recursos…
LA OTRA CARA DE LA IMMIGRACION QUE NO QUIEREN REVELAR EN CRUDO, LOS PUEBLOS EMIGRAN POR LA VIOLENCIA, CORRUPCION, POBREZA, FALTA DE OPORTUNIDADES, SALARIOS DIGNOS, ACCESO A LOS SERVICIOS BASICOS, NO CREAN QUE ES FACIL PARA FAMILIA DAR ESE PASO PELIGR
Solo Dios con cada uno, Él nunca nos falla somos nosotros los que no confiamos en Él, y perdemos la paz, mis mayores condolencias con todos los compatriotas y de otras nacionalidades que sufren por buscar nuevas y mejores oportunidades de vida
En un pais con inimaginables recursos ignorados por el vulgo s imperdonable que connacionales mueran asi
Nos hemos inmunizado ante el dolor y la injusticia ante tanta salvajada que se vive en este pais de infortunios donde la podredumbre moral de una Partidocracia cochina ha agravado los males sociales del pais y expuesto a tanta gente a esas Tragedias!
Que dolor da que pase este tipo de situaciones. Ya basta de defender los derechos de pandilleros. Los buenos somos más y tenemos derecho a vivir libres de violencia. A causa de la violencia que vive el país sucede esto.
Los motivos reales que impulsaron a esta familia emigrar, solo ellos realmente lo saben. Pero lo que detesto es la indiferencia de sus hermanos en momentos tan tristes e ineceptables como estos. Todos somos responsables de esto y deberiamos de pagar.