El liderazgo con sentido humano y la visión empresarial de Inés Nemoto, salvadoreña originaria de San Salvador, han sido clave en su crecimiento como esposa, madre y empresaria.
Su compromiso con el desarrollo de su país la ha llevado a invertir en dos fincas agroturísticas en San José Guayabal, Cuscatlán, generando empleo y mejorando la calidad de vida de la comunidad.
Junto a su esposo, David Nemoto, Inés ha impulsado la creación de los centros ecoturísticos y agroturísticos «El Amanecer» y «El Sol Naciente». A través de estos proyectos, ha llevado energía eléctrica con paneles solares y sistemas de recolección de agua para beneficiar a las familias locales.
“Como diáspora, me siento con la necesidad de ayudar a El Salvador. Desde hace cuatro años compré propiedades en San José Guayabal y hemos trabajado para que la comunidad tenga mejores condiciones de vida”, expresó Nemoto.
Los proyectos también han permitido la generación de empleo para siete familias y han beneficiado a los niños de la escuela local, ofreciéndoles clases de inglés y otros recursos educativos.
Nemoto destacó que el clima de seguridad en El Salvador ha sido un factor determinante para seguir invirtiendo. Además, resaltó el apoyo recibido de la Cancillería de El Salvador, lo que le ha permitido materializar sus proyectos y alentar a otros salvadoreños en el exterior a invertir en el país.
“Gracias al ambiente de paz establecido por el Presidente Nayib Bukele, ahora tenemos el compromiso de seguir ayudando. Invito a todos los salvadoreños en el extranjero a que vengan y apoyen el desarrollo de El Salvador”, enfatizó.
Con una inversión de aproximadamente 500 mil dólares en «El Amanecer» y «El Sol Naciente», Inés Nemoto proyecta seguir expandiendo su impacto social, trabajando en coordinación con las autoridades locales para generar más oportunidades para los salvadoreños.
Su historia es un testimonio de cómo la inversión con sentido humano puede transformar vidas y contribuir al desarrollo de El Salvador.












