Lo que comenzó como una manifestación contra la minería terminó dejando daños en espacios públicos y privados en San Salvador, algunos la han calificado como un fracaso debido a la poca asistencia pese a la convocatoria.
Un grupo de personas se reunió frente a la Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES) para expresar su rechazo a esta industria, pero en el recorrido hacia el lugar, algunos asistentes mancharon estructuras y pegaron mensajes en diferentes propiedades, inclusive, llegaron a vandalizar algunas de éstas.
Uno de los puntos afectados fue la estatua del icónico futbolista salvadoreño Jorge “El Mágico” González, la cual quedó cubierta con consignas, generando críticas por parte de ciudadanos que consideran que la protesta debió realizarse de manera ordenada y respetuosa.
Un día previo a la navidad de 2024, la Asamblea Legislativa, aprobó el proyecto de ley que permite la explotación minera en el país, prohibida desde 2017. «Dios colocó un gigantesco tesoro bajo nuestros pies», había dicho el presidente Nayib Bukele para justificar la ley.
«Ubicado en el Anillo de Fuego del Pacífico, una de las zonas más ricas en recursos minerales gracias a su actividad volcánica (…), El Salvador tiene potencialmente los depósitos de oro con mayor densidad por km² en el mundo», había asegurado el presidente en la publicación de X.
«Estudios realizados en solo el 4% del área potencial identificaron 50 millones de onzas de oro, valoradas hoy en US$131.565 millones», agregó, lo que equivale al 380% del PIB.
«Somos el ÚNICO país en el mundo con una prohibición total de la minería metálica, algo que ningún otro país aplica. ¡Absurdo!», escribió al respecto Bukele el 27 de noviembre en la red social X.
En el preámbulo de la ley aprobada por Nuevas Ideas y sus partidos aliados, se lee: «Ante la situación económica global, los intereses soberanos y la necesidad de realizar todas las actividades productivas disponibles para potenciar el desarrollo del país, resulta imperante que el Estado haga un uso racional de las riquezas con las que cuenta su territorio y los ponga en función de mejorar la calidad de vida de la población en general, respetando el medioambiente».
En sus artículos, establece que será el Estado «el único autorizado para explotar, atraer y procesar» dichas riquezas, pero que podrá hacerlo a través de «instituciones específicamente creadas» para ello o de «sociedades en las que tenga participación accionaria».
La nueva normativa prohíbe el uso del mercurio, utilizado en la minería a pequeña escala para extraer oro de las rocas, arena, u otros materiales, considerado por Nacionales Unidas (ONU) uno de los químicos más nocivos para la salud humana.
«Si hacemos una explotación responsable de nuestros recursos naturales, podemos cambiar la economía de El Salvador de la noche a la mañana», dijo Bukele a principios de diciembre en un evento en el que inauguró una autopista.

La alcaldía de San Salvador debería poner una demanda a los organizadores de la protesta para que paguen los daños hechos a la infraestructura. Pueden protestar, pero no jodan la propiedad pública! Eso es vandalismo.
Este periódico carece de objetividad ya que al igual que el Diario El Salvador es un vehículo de propaganda de Bukele. Usa un lenguaje demasiado emocional, demostrando así falta de profesionalismo. Da juicios en vez de descripciones imparciales.
Con mucho respeto, No a la minería