El Programa Mundial de Alimentos (WFP) continúa su misión en El Salvador con la implementación de huertos comunitarios y programas de capacitación agrícola, con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria y fortalecer el bienestar de las comunidades vulnerables.
A través de estas iniciativas, WFP ha logrado fomentar la producción local de alimentos en diversas zonas del país, brindando herramientas y conocimientos sobre prácticas agrícolas sostenibles. Las capacitaciones en técnicas como el manejo adecuado de los suelos, el cultivo de hortalizas y el uso eficiente del agua permiten que las familias se autoabastezcan de alimentos frescos y nutritivos, reduciendo su dependencia de mercados externos.
Los huertos comunitarios han tenido un impacto directo en áreas rurales, donde los recursos alimentarios son limitados. Los cultivos incluyen una amplia variedad de hortalizas, hierbas y frutas que ahora están disponibles para los miembros de la comunidad, contribuyendo significativamente a la nutrición local.
Una de las fortalezas de estos proyectos es el empoderamiento de mujeres y jóvenes, quienes lideran la gestión y mantenimiento de los huertos. Esto no solo mejora la seguridad alimentaria, sino que también fomenta la cohesión social y el trabajo comunitario, lo que se traduce en un fortalecimiento de las redes locales.
Además, WFP apoya el acceso a mercados locales para que los productos de los huertos puedan llegar a más personas, generando oportunidades económicas para las comunidades. La organización también trabaja en la creación de estrategias que aumenten la resiliencia ante el cambio climático, que afecta de manera desproporcionada a las zonas más vulnerables.