Condenas de hasta 45 años de prisión fueron impuestas contra una estructura de pandilleros de la 18 acusados de asesinar al empleado bancario, Cristian Joel Mejía Quezada, en el municipio de San Martín, departamento de San Salvador.
Al finalizar la vista pública, el Juzgado Especializado de Sentencia “A” de San Salvador, impuso 45 años de cárcel a Luis Antonio Anzora Hernández, mientras que a los pandilleros Jonathan Josué Carpio Méndez, Víctor Manuel Cruz Parras, Fredy Mauricio Rogel Romero y Miguel Alberto García Carpio, la pena impuesta fue de 35 años en prisión para cada uno.
Otros cinco mareros vinculados a esa pandilla también fueron condenados por agrupaciones ilícitas, entre ellos: Orlando Quintanilla Carpio y Kevin Adonay Mejía Sánchez Víctor Manuel Pérez Rivera, Nelson Humberto Carpio y Máximo Orlando Gámez Gil.
La Fiscalía General de la República (FGR) robusteció muy bien el caso con suficientes elementos de investigación de carácter documental y pericial, pero principalmente con el aporte de un testigo clave que relató la manera en la cual privaron de libertad a la víctima, quien laboraba para una agencia bancaria de Soyapango.
En el proceso de investigación, la FGR estableció que un cabecilla de la pandilla 18 ordenó asesinar al joven quien fue privado de libertad el 10 de enero del año 2022, y sus restos fueron exhumados en la finca La Loma, de San Martín.
La víctima al ser privada de libertad, los mareros le comenzaron a torturar, le robaron todas sus pertenencias y lo trasladaron a la finca donde lo asesinaron y dejaron su cuerpo semienterrado.
Mejía Quezada fue interceptado por los pandilleros de la comunidad Génesis de San Martín, cuando realizaba sus labores como gestor de cobros de la entidad financiera para la que laboraba.
Los terroristas comenzaron a ser detenidos el 17 de febrero por el delito de agrupaciones ilícitas y el homicidio agravado, fueron presentados el 20 de febrero del mismo año.
