Las autoridades judiciales impusieron penas ejemplares contra varios miembros de estructuras criminales, quienes recibieron condenas de hasta 155 años de prisión por delitos cometidos entre los años 2015 y 2017.
Los sentenciados fueron procesados por crímenes como homicidio agravado, extorsión, tráfico de drogas y agrupaciones ilícitas, cometidos en diferentes zonas del país durante el periodo mencionado. La Fiscalía General de la República presentó pruebas contundentes que permitieron establecer la responsabilidad penal de los acusados.
Estas condenas forman parte del esfuerzo del Estado salvadoreño por erradicar las estructuras criminales que durante años sembraron el terror en comunidades enteras.