En el marco del Día Internacional Contra el Maltrato Infantil, el Comité para la Prohibición del Castigo Físico y Trato Humillante en Niños, Niñas y Adolescentes, como el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONNA), exigió a la Asamblea Legislativa reformar la LEPINA y el Código de Familia para prohibir el uso de “golpes o trato humillante» en la educación de los hijos.
“Las recomendaciones del estudio de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la niñez identifican al castigo físico y humillante como una de las formas de violencia cotidiana que se ha normalizado, afectando a millones de niños y niñas en todo el mundo y desde luego también en El Salvador”, señaló el Comité este 25 de abril.
Según estadísticas del CONNA, de enero a diciembre de 2018 se registraron 10,030 presuntas amenazas o vulneraciones al derecho a la integridad personal de los menores. Por ello, piden que se reforme el artículo 38 de la LEPINA y el 215 del Código de Familia, para que se prohíba expresamente el castigo físico y trato humillante sin ninguna ambigüedad.
Parte del art. 38 reza de la siguiente forma: “Las niñas, niños y adolescentes deben ser tratados con respeto a su persona e individualidad y no pueden ser sometidos a castigos corporales, psicológicos o a cualquier otro trato ofensivo que atente contra su dignidad, sin perjuicio del derecho de la madre y padre de dirigirlos, orientarlos y corregirlos moderada y adecuadamente”.
Ante esto, las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar, opinando que ahora las instituciones le quieren decir a los padres “cómo educar a los hijos”, que “dentro de poco lo que diga el niño será ley y los padres tienen que cumplir”.
“Esta tendencia de que los niños son intocables en todo sentido a veces me parece extremista… Mis padres nos castigaban para corregirnos y aquí estamos sin traumas ni problemas”, opinó Rebollo Lopez Kike, un usuario de Facebook. “Hoy solo niños haraganes hay porque no hacen nada por estar viendo televisión o en el Internet. Así que solo los padres podemos decidir si merece el chancletazo”, escribió otra usuaria, identificada con el nombre Olga De Delgado.
En este contexto, la representante de Fundación Silencio, Mayra de Alejandro, explicó que los padres deben usar una disciplina diferente a la tradicional, es decir poder corregirlos con la imposición de «límites, dar orientación y entender el desarrollo del niño, entender las condiciones naturales del proceso de desarrollo».
Las instituciones añadieron que reconocen que «la aceptación social y legal de algunas formas de violencia hacia los niños es un factor que con frecuencia hace que la violencia pase inadvertida o no sea denunciada”. “Esa aceptación provoca que la sociedad construya un imaginario en que la admisión de cierto grado de violencia física o emocional sea parte inevitable de la infancia”, declararon.
Por ello, hacen un llamado a la sociedad civil a “sumarse a este desafío, ya que sigue siendo muy grande la situación de vulnerabilidad de los menores”.
Asimismo, piden al presidente de la República a “colocar el tema en el centro de la atención de las políticas y programas, así como cualquier iniciativa que vincule el tema a través de la sensibilización y educación”.
"Lo que promovemos es que no queden rendijos abiertos para que las familias puedan hacer uso de golpes o trato humillante para educar a sus hijos" pic.twitter.com/f00go9Dav0
— CONNA (@CONNA_ES) April 25, 2019
VAYA ……………….A «AZOLAPAR» A FUTUROS «VAGOS» SIN RESPETO NI CONVICCIONES.
Lo niños necesitan disciplina y también amor; los padres que aman a sus hijos los castigan por su bien, hay que saber interpretar y diferenciar cuando es un castigo y cuando es un abuso.