Por: Francisco José Ferman
El hecho de que, hasta el momento, el nuevo gobierno ha mantenido silencio acerca de cuál va a ser la configuración de su gabinete da la medida de cuán difícil y conflictivo puede ser el nombramiento de las figuras idóneas para el desempeño de los cargos. Estos serán, en definitiva, los que darán cuerpo a la estructura de poder del Estado. Es una encrucijada en tanto que plantea una situación difícil en la que se debe seguir una conducta ecuánime y además aceptada por la mayoría de quienes resultarán afectados por la gestión específica de cada cartera.
Lo difícil de las decisiones que se tomen en este sentido es que el gobernante debe enfrentarse a diversos intereses, tendencias, ideologías, creencias y otras actitudes de los integrantes de la sociedad si quiere garantizar la gobernabilidad dentro de su período de gestión administrativa.
Si bien todas las carteras ministeriales son importantes, hay unas que se presentan como más influyentes que otras en el nuevo orden político, basado en una democracia razonable.
Entre los que se perfilan como sumamente sensitivos, están los ministerios de la Defensa Nacional, Hacienda, Salud y Seguridad, el resto puede ser considerado de una naturaleza distinta, aunque no menos influyente.
En el ejercicio del poder, los procesos no son lineales, sino que se mueven en forma circular, no vertical.
El poder es, también, integrador y debe saber conciliar las exigencias sociales que se mueven de acuerdo con las circunstancias y coyunturas, económicas, sociales y políticas, entre otras, con el fin de coordinar lo legal con lo político.
Para el caso del Ministerio de la Defensa, se deberá respetar el principio constitucional de la subordinación castrense al poder civil.
Además, es un paso eminentemente democrático en el nombramiento del ministro de la Defensa, será ajustar su selección a la institucionalidad, es decir apegado a la legislación y no sujeto a la voluntad colegiada o de asambleas militares, como se ha visto tradicionalmente en esos nombramientos aquí y en varios países de América Latina.
La responsabilidad de la cartera de Hacienda, por otra parte, será de la persona al cargo que debe velar por el honesto y prudente manejo de los recursos públicos, así como mejorar la recaudación tributaria y disminuir el gasto público y mantener la vigilancia permanente de la deuda pública.
En el ramo de Salud habrá que reflexionar sobre la conveniencia de asignar la cartera a un médico, sólo por su condición de médico. Es preciso señalar que un ministro de Salud, no está para dar consultas profesionales, sino que debe ser, ante todo, un buen administrador ya que su función es la de dotar con los mejores recursos humanos y materiales a los centros de salud pública. Los directores de hospitales, también deberán tener la misma capacidad administrativa.
El nuevo Ministro de salud, ademas de ser un buen administrador de los recursos materiales, humanos y financieros, debe enfocar su atencion en una salud preventiva de la poblacion.
A este personaje le salio el tiro por la culata cuando aseguro que calleja sería un gran estadista, pero hombre, ni siquiera llego al estado el pobre maje de calleja. Y todo lo que este dijo, quedo en el vacio, como su cerebro…
Todo lo que dice este personaje es vacio, como su cerebro. Pobrecito!
Sera un club de maricas a igual que su jefe
Este viejo es un perro narcicista de los oligarcas de este país, decrepito y quizá hasta ladrón ha de ser