El pasado fin de semana fui a ver la película Joker (Guasón) en la gran pantalla, ciertamente al igual que mucha gente tenia una gran expectativa debido a toda la critica que ha provocado la actuación de Joaquin Phoenix, el alto contenido de violencia, la inclusión de piezas musicales de autores cuestionados judicialmente y la obtención reciente del León de Oro a Mejor Película en el Festival de Venecia, sin mencionar que desde ya se considera una posible ganadora del premio Oscar 2020.
Debo decir que después de mi película favorita “Gladiador”, en donde también actúa Phoenix, es una de las mejores que he visto en los últimos tiempos; no porque sea una historia referida a un Comic (que se han puesto de moda) sino porque definitivamente esto es más que una historia de ficción. Y es que después de verla y hacer un “panel forum familiar” sin duda esta historia nos deja reflexionando sobre la pertinencia y oportunidad de esta película aplicada a nuestra propia realidad.
El drama en donde un enfermo mental, un ser humano maltratado, marginado y despreciado por todos, que luego se convierte en un desquiciado, malvado, perverso y violento ser que representa la maldad y venganza de ciudad Gótica. Una serie de hechos y circunstancias que se juntan para transformar a un ser humano casi invisible e ignorado en la sociedad en un verdadero monstruo a quien las masas imitan y adoran.
No deseo contarles la película, pero sí hacerlos reflexionar sobre las circunstancias de las cuales estamos rodeados los salvadoreños; situaciones que nos rodean en nuestras comunidades, nuestros trabajos, nuestro entorno y que poco a poco van creando el caldo de cultivo para la transformación de verdaderos Jokers.
Y es que al igual que escribió el cineasta ganador del Oscar, Michael Moore, la ciudad Gótica disfrazada no es otra cosa que la ciudad de Nueva York: “es la sede de todo mal: los ricos que nos gobiernan, los bancos y corporaciones para quienes servimos, los medios que nos alimenta con una dieta diaria de “noticias” que creen que debemos absorber.
Si alguno piensa que exagero, basta que abra las redes sociales, particularmente Twitter, para percibir un ambiente similar al que describe ciudad Gótica: malestar, intolerancia, odio y violencia materializada en insultos, calumnias, desprestigio y ofensas.
Todo este ambiente combinado con la angustia de la inseguridad, el estrés del tráfico, el deterioro de la economía familiar, la incertidumbre del futuro, la impotencia de la injusticia y la desesperanza del desempleo y la pobreza; están creando nuestra propia ciudad Gótica y propiciando la germinación de nuestros propios Jokers: sádicos, cínicos, violentos, sin escrúpulos, adorados y ovacionados por las masas para que obtengan su propia justicia y venganza.
Y es que esta situación esta sobrepasando los limites de la convivencia y la cordura, no hay respeto, tolerancia ni empatía; ofendemos abiertamente a aquellos que representan la voluntad del pueblo, a los jueces, a los funcionarios públicos, a empresarios, ciudadanos, académicos y a cuanta persona expresa una opinión o postura sobre un tema de “interés nacional”. Lo arriesgado de esta situación es que se está propiciando un ambiente perfecto para el surgimiento de Jokers salvadoreños dispuestos a inmortalizarse.
No sé si fui yo y mi generación la que fuimos educados “chapados a la antigua”, o si la modernidad y desarrollo tecnológico tiene como prerrequisito el irrespeto, la intolerancia y la malcrianza, yo no creo eso; lo que sí estoy segura es que si no logramos sensibilizarnos ante los problemas ajenos, si no logramos crear empatía ante el dolor y sufrimiento de los demás, mientras -como dijo el Joker- no nos pongamos en los zapatos de los otros y pasemos de largo ante el atropello que los poderosos cometen sobre los más vulnerables; entonces, probablemente, más temprano que tarde estaremos viviendo en ciudad Gótica con miles de Jokers haciendo justicia y venganza por su propia mano.
* Por Merlin Barrera
…VERLA EN TV, GRATIS PARA EVITAR GANANCIAS DEL MERCADO MUNDIAL; OBVIAMENTE HE LEÍDO LA CRÍTICA, PERO NO PUEDO ENTENDER LA PREDISPOSICIÓN AL CONSUMO. PERO MUY INTERESANTE EL ARTÍCULO DE LA MAESTRA MERLIN BARRERA, LE PONE PENSAMIENTO AL PROBLEMA SLV
LES RECOMIENDO VER: CONTRA LO IMPOSIBLE, SE PUEDEN APRENDER SOBRE VALORES Y SIN VALORES HUMANOS: COMO CREER EN UNO MISMO Y EL CINISMO RESPECTIVAMENTE, PERO UNO PUEDE IDENTIFICAR LA DIFERENCIA. EL HONOR Y LA AMISTAD VERDADERA, SE APRENDEN ES ESA PELI
Excelente artículo, soy de la opinión de que la ausencia de casi todos los valores en nuestras nuevas generaciones post guerra ya ha permitido el nacimiento de «Guasones salvadoreños» y sin necesidad de que nuestro país se parezca a Ciudad Gótica.