Esta iniciativa forma parte de proceso de rehabilitación y reinserción a la sociedad de los privados de libertad, a través de la formación de habilidades que les permitan ganarse la vida de forma honrada. En esta ocasión, se han sumado a este Mercadito Penitenciario privados y privadas de libertad de las granjas penitenciarias en Izalco y Santa Ana, así como del Centro de Detención Menor de Zacatecolucas.
En las granjas penitenciarias de Izalco y Santa Ana, los privados de libertad aprenden a cultivar diferentes productos agrícolas como parte de su preparación para reinsertarse a la sociedad. Esto también permite a las penitenciarías volverse autosostenibles.
El Mercadito Penitenciario permite acercar a la población los productos elaborados por los privados de libertad que forman parte del Plan Cero Ocio y demostrar que estas personas se encaminan a la reinserción social, a través de actividades productivas.
La producción de las granjas penitenciarias de Centros Penales no se limita al cultivo de hortalizas y granos. También incluye la crianza de peces y especies domésticas que son puestas a disposición de la población mediante el Mercadito Penitenciario. También aprenden a elaborar artesanías gracias al Plan Cero Ocio, potenciando el talento artístico de estas mujeres y hombres y la elaboración de alimentos
Los productos cultivados en las granjas penitenciarias son ofrecidos a los salvadoreños a través de este Mercado Penitenciario, que forma parte del Plan Cero Ocio, concentrado en preparar a las privadas y privados de libertad para reinsertase a la sociedad.