El Salvador ha logrado posicionarse como un referente regional en materia de infraestructura aeroportuaria gracias a un ambicioso plan de modernización ejecutado durante los seis años de gestión del presidente Nayib Bukele.
A través de CEPA, el Gobierno transformó el Aeropuerto Internacional San Óscar Arnulfo Romero con una inversión de $56 millones, que permitió atender a más de 5 millones de pasajeros anuales y atraer nuevas aerolíneas como Arajet y Volaris El Salvador.
Además, se amplió el área de “check-in” con $11.4 millones adicionales, aumentando en un 48 % la capacidad de atención de pasajeros y modernizando el manejo de equipaje. Paralelamente, se modernizó el Aeropuerto de Ilopango, triplicando su capacidad para atender hasta 40,000 usuarios al año.
El país también mantiene la categoría 1 de seguridad aérea otorgada por la FAA, lo que le permite operar vuelos directos a más de 30 destinos. Por si fuera poco, está en marcha la construcción del Aeropuerto Internacional del Pacífico, una obra estratégica con una inversión inicial de $386 millones, que generará más de 10,000 empleos y dinamizará la economía del oriente del país.
Estas acciones han convertido al sistema aeroportuario salvadoreño en una herramienta clave para el desarrollo económico, la conectividad y la atracción de inversión extranjera.