Un inusual espectáculo ha captado la atención de los visitantes del Parque Cuscatlán en la capital salvadoreña.
Un joven llamado José, fue visto paseando a su mascota, un gallo al que cariñosamente llama “Octavio”, como si se tratara de un perro o un gato.
El peculiar dúo ha despertado la curiosidad y las sonrisas de quienes frecuentan este concurrido espacio público.
Pero lo que más ha sorprendido a los presentes es el cuidado que el dueño dedica a su emplumado compañero: durante sus paseos, no falta un pequeño refrigerio que el gallo disfruta mientras descansan bajo la sombra de los árboles.
José y “Octavio” se han convertido en una atracción inesperada en el Parque Cuscatlán, demostrando que las mascotas pueden venir en todas las formas y tamaños.
Este singular vínculo entre el joven y su gallo sigue robándose las miradas y, sin duda, continuará siendo tema de conversación en San Salvador.