Joaquín Aguilar llega a Órbita FM 95.3

Como muchos de “la vieja escuela”, Joaquín Aguilar tuvo que ordenar discos y aprender a darles mantenimiento, antes de que le permitieran siquiera dar la hora frente al micrófono de una cabina de radio.

Joaquín es un locutor formado en una emisora líder a nivel nacional, pero sus inicios fueron de mucho trabajo, muchas horas dedicadas a la música y la lectura, pero, sobre todo, de mucha pasión.

En 1994 era un joven inquieto que estudiaba noveno grado y se pasaba oyendo música por las noches, incluso ordenaba con algunas personas que se dedicaban al negocio, que le grabaran un casete con las canciones de moda, y así pasaba largas horas poniendo los temas una y otra vez. Hasta que un día se animó y llamó por teléfono a la radio ABC, que era su favorita. Osado, como todo adolescente, se presentó con el locutor de turno, Romeo Reyes, y le expresó su sueño de llegar un día a ser locutor. El locutor se admiró por la valentía del joven y lo invitó a la cabina. De ahí ya no hubo vuelta atrás.

Después del colegio tomaba el bus para llegar a la radio y así estuvo un año, hasta que le permitieron abrir el micrófono al aire… y dar la hora, no más. Con el tiempo se fue poniendo más ducho, hasta que una tarde renunció una de las voces estelares y le preguntaron a él si quería tomar el turno. La respuesta fue positiva. Con los años vinieron otros programas musicales y otras emisoras que le ayudaron a ganar mayor experiencia.

Ahora, en una retrospectiva, afirma que todo aquello lo volvería a hacer, que la radio es su mundo; y dice estar agradecido con otros locutores que le enseñaron los primeros pasos del fantástico mundo de las ondas hertzianas.

Pero como la vida es de seguir avanzando, este viernes 1 de abril Joaquín Aguilar emprendió una nueva aventura en Órbita FM 95.3. donde tendrá el turno de 9 de la mañana a 12:00 mediodía, y sábados dirigirá el programa musical “Los 2,000” de 12 a 2 de la tarde.

Así que, están nuestros lectores, invitados a pasar buenos momentos con Joaquín Aguilar. Los esperamos.