Instituciones del Gobierno de Nayib Bukele Ortez se mantienen vigilantes de que no existan abusos en el mercado que impacten la economía de las familias; por ello, este fin de semana realizan inspecciones en productos de la cadena de suministros de la canasta básica familiar.
En ese sentido, el presidente de la Defensoría del Consumidor, Ricardo Salazar, encabezó una inspección de precios de productos esenciales de la canasta básica alimentaria en las distribuidoras Omoa y Lourdes, en San Salvador.
«Queremos corroborar el precio de venta al consumidor de productos de la canasta básica. Tenemos información que proporciona la Dirección General de Aduanas, la cual permite identificar a los principales importadores», dijo el funcionario.
Salazar afirmó que estas inspecciones se están llevando a cabo en todo el país, con el despliegue de equipos de la institución. Durante estas visitas a las distribuidoras los inspectores hacen un análisis de la estructura de costos para establecer si los precios de venta al público están relacionados a los costos de producción.
“De detectar incremento injustificado de precios por parte de los comercios se procederá a la imposición de sanciones las cuales pueden llegar hasta los 500 salarios mínimos, de igual manera, para aquellos comercios que obstaculicen la labor de la Defensoría”, dijo Salazar.
El presidente de la Defensoría destacó que como parte del procedimiento de inspección hay una revisión de los inventarios para poder establecer los flujos de entrada y salida de los productos, y solicitan la información de los movimientos de los últimos meses para establecer el comportamiento de los precios, al mismo tiempo que realizan conteo físico.
La institución recuerda a los consumidores que tienen a disposición los números de teléfono 910, el WhatsApp 7844-1482, para interponer denuncias por incrementos injustificados de precios de alimentos o hacer consultas. El Gobierno de El Salvador no baja la guardia, y con estas acciones permanece atento a cualquier irregularidad que pueda afectar el bolsillo de la población.
