La Unidad d Bienestar Animal del MAG dio a conocer esta tarde que, con ayuda de la alcaldía municipal de San Martín, se identificó y procedió a multar a una familia que en Noche Buena maltrató a su perrito reventándole pólvora cerca de sus patas.
La multa fue para el propietario de la vivienda y su hija por detonar los explosivos, mientras que se multará igualmente al dueño del perrito, a quien además se le prohibirá la compra o tenencia de animales de compañía.
«Actualizamos el caso de San Martín: Se pondrá la multa de $1,700 al propietario de la casa y a su hija, ya que detonó los explosivos; mientras que, al dueño del canino torturado se le aplicará la misma multa y la sanción que prohíbe la compra o tenencia de animales de compañía», dijo la Unidad de Bienestar Animal.
El maltrato animal quedó registrado en un video que fue compartido en redes sociales, donde se ve a una mujer y un niño reventar cohetes cerca del perrito mientras otro hombre lo sostiene para que no pueda escapar.
El video se viralizó pronto y permitió identificar a los responsables.
Este caso es muy doloroso, primero por lo que sufrió el perrito que, por la alta sensibilidad de su sistema auditivo, sufrió dolores y daños internos en su cerebro y oído; segundo porque muestra la gran degradación ética y moral de nuestra sociedad.
QUIEN ES EL ANIMAL? Pero esa palabra es muy docil para describir a esos asquerosos sicopatas….NECESITAMOS LEYES MAS RIGUROSAS PARA PROTEGER TODA CLASE DE ANIMALES Y AUN MAS FUERTES PARA LOS QUE ESTAN EN PELIGRO DE EXTINCION..Gracias DLP por la nota
Yo me alegro por la multa muy bien meresida para los maltratadores de los demas animales. Que metalidad tan criminal que existe hoy en dia en algunos salvadoreños bestias!
Hasta barato les salio la estupides
QUE BUENO, OJALA APRENDAN CON ESTO
EXELENTE
A cada uno de ellos que les pongan un mortero en el ocho por bayunco y q les reviente
Existen mas perros bien alimentados y cuidados que niños y niñas en nuestro país, espero que las leyes no abusen en su aplicación como lo hacen la mayoría de ministerios al interpretar subjetivamente una infracción o el criterio del aplicador.