La insuficiencia renal crónica está afectando a una gran cantidad de personas en El Salvador, actualmente en el departamento de Hemodiálisis del Hospital de Niños Nacional de Niños “Benjamín Bloom”, se realizan un promedio de 295 hemodiálisis al mes a un promedio de 28 niños que oscilan entre las edades de 6 a 17 años.
La insuficiencia daña los riñones y estos no pueden filtrar la sangre como deberían. Este daño puede ocasionar que los desechos se acumulen en su cuerpo y causen otros problemas que podrían perjudicar su salud.
Solo las sondas y el filtro a través de las cuales conectan a los niños con la máquina que purifica su sangre tienen un costo de 60 dólares y según médicos de este hospital el valor comercial de una sesión de hemodiálisis es de $150.
Para mejorar la atención a los pacientes, la Fundación “Fourteen Angel´s El Salvador” y la Fundación Contra la Insuficiencia Renal Crónica (FUNCIR), realizaron este jueves 20 de septiembre la inauguración de la remodelación del departamento de hemodiálisis del Hospital Nacional de Niños “Benjamín Bloom”.
Los trabajos de remodelación han incluido diseño y acondicionamiento de la sala de hemodiálisis provisional, que se utilizó durante el tiempo que duraron los trabajos; asimismo se realizó la demolición de pisos, cambio de tubería de aguas negras, construcción de paredes, colocación de pisos, cielo falso y la construcción de un área de enfermería valorado en más de 39 mil dólares.
Uno de los beneficiados es Juan Francisco Ramírez, un niño de 17 años, originario del municipio de Panchimalco, en San Salvador, que tres veces a la semana tiene que llegar hasta este hospital para continuar con su lucha contra la insuficiencia renal.
“El tratamiento que me dan me hace bien, me siento mejor aunque en ocasiones no porque no hay medicina y eso me afecta y se me quitan las ganas de jugar o de hacer las cosas pero la mayoría de veces y me siento contento”, expresó Francisco.
Su madre Teresa de Jesús Córdoba se mostró contenta con la remodelación de este sector del hospital.
“Gracias a Dios es una gran bendición que nos den este donativo porque esto nos viene ayudar a las consultas y el tratamiento que le dan a nuestros hijos”, señaló.
Teresa Córdoba afirma que es difícil luchar contra la enfermedad que padece su hijo, pero dice que no pierde la fe que “Dios sanará a Francisco”.
“Para seguir adelante le pedimos a Dios que nos dé la fuerza y la fortaleza porque hay días en que no tenemos dinero pero Dios nos da lo que uno necesita para venir al hospital”, reiteró.
Con esta remodelación los niños serán beneficiados debido a que la antigua sala de hemodiálisis no reunía las condiciones necesarias para brindar de manera adecuada y cómoda los tratamientos.
La fundación “Fourteen Angel´s El Salvador” ayuda al Hospital Benjamín Bloom desde el año 2008, con fondos provenientes de compatriotas que residen en la zona de Los Ángeles, California.