Una serie de declaraciones y testimonios revivieron el debate sobre los pactos con pandillas en El Salvador, apuntando directamente a los partidos tradicionales ARENA y FMLN como responsables de haber iniciado y sostenido negociaciones con estructuras criminales para fines políticos.
En una entrevista grabada antes de su fallecimiento, el exalcalde de Ilopango, Salvador Ruano, habló abiertamente sobre reuniones que él mismo propició con pandilleros, afirmando que lo hizo siguiendo la línea del primer gobierno del FMLN, encabezado por Mauricio Funes.
“De esto sí soy responsable yo, y de muchas cosas más”, dijo Ruano, revelando que el gobierno les prometió 73 millones de dólares para implementar el proyecto de “municipios libres de violencia”, que habría incluido diálogo con pandillas.
Otros actores políticos también han sido señalados o han aceptado su participación. Ernesto Muyshondt, exalcalde de San Salvador por ARENA, defendió el diálogo con pandillas como “necesario”, mientras que Norman Quijano, también de ARENA, fue vinculado directamente a intentos de acuerdos durante campañas electorales.
“Norman se ha cobijado con esa cobardía de decir que no conocía”, dijo Ruano, afirmando que el exdiputado Rodrigo Ávila le confesó que el FMLN sacó reos de penales para asegurar una victoria electoral por apenas seis mil votos.
En medio de estos señalamientos, documentos y notas periodísticas de la época también muestran contradicciones: mientras el FMLN criticaba públicamente a ARENA por reunirse con pandillas, las grabaciones y testimonios revelan que ambos partidos habrían hecho lo mismo, en distintos momentos y con fines similares.