El sistema de salud pública actual no es ni la sombra de lo que se tenía hace tres años. Ahora se cuenta con nuevas camas hospitalarias, en todos los hospitales, frigoríficos de alta calidad, insumos, más quirófanos, tecnología de punta y con medicamentos en las despensas de las farmacias.
Los salvadoreños cuentan entre esa lista de hospitales con el más grande centro médico especializado para pacientes COVID-19, el Hospital El Salvador, un lujo de infraestructura donde se le ha salvado la vida a más de 10,000 pacientes en menos de dos años de funcionamiento.
El Gobierno destinó $1,083.3 millones en el área de Salud, en el Presupuesto General de la Nación de este año, alcanzando un nivel histórico en beneficio de los salvadoreños.
En tres años, el Gobierno ha orientado recursos para dotar a los hospitales públicos de equipos de ultrasonido de última generación, unidades de hemodiálisis para atender a pacientes renales, máquinas incubadoras y de anestesia, áreas de quirófanos y microscopios digitales de Laboratorio Clínico.
Se amplió la unidad de Hemodiálisis del Hospital Rosales, con equipo médico especializado para atender a pacientes con insuficiencia renal crónica, aumentó de 30 a 60 máquinas.
Mediante la Política Nacional Crecer Juntos, con una inversión de $790,000, el pasado 12 de mayo, el ministro de Salud, Francisco Alabi, entregó al Hospital de Niños Benjamín Bloom un moderno equipo para atención de recién nacidos, disponiendo ahora de 105 incubadoras que permiten hacer todos los procedimientos diagnósticos al bebé, sin moverlo del lugar.
Se ha mejorado la atención primaria que brindan las unidades de Salud en los 262 municipios, priorizando la atención a la niñez y adultos mayores, en barridos comunitarios, con jornadas de consultas generales, atención nutricional, odontológica, entre otros.