El El Salvador y los Estados Unidos avanzan en el fortalecimiento de sus lazos bilaterales, consolidando una agenda de cooperación que abarca seguridad, crecimiento económico, inversión, migración ordenada y bienestar social.
Uno de los ejes centrales de la relación es la cooperación en materia de seguridad y estabilidad regional. A través de intercambios técnicos y programas conjuntos, ambos países impulsan acciones para enfrentar el crimen transnacional, fortalecer capacidades institucionales y promover entornos más seguros, considerados clave para el desarrollo sostenible.
En el plano económico, Estados Unidos continúa siendo un socio estratégico para El Salvador. El comercio bilateral, las exportaciones y la inversión extranjera directa se mantienen como motores de empleo y dinamismo productivo, con oportunidades crecientes en sectores como tecnología, energía, turismo, infraestructura y manufactura. Estas áreas reflejan la confianza de inversionistas en el clima de negocios y en la transformación que vive el país.
La relación también se ve fortalecida por la comunidad salvadoreña en territorio estadounidense, un vínculo humano y cultural que ha sido fundamental durante décadas.
Las remesas familiares, el intercambio cultural y las iniciativas de cooperación para el desarrollo local siguen teniendo un impacto directo en miles de hogares salvadoreños.
Desde la administración del presidente Nayib Bukele, se ha reiterado que la política exterior busca alianzas basadas en el respeto mutuo, la soberanía y resultados concretos para la población. En ese marco, el diálogo con Estados Unidos se mantiene como una prioridad estratégica para impulsar oportunidades y estabilidad.
El fortalecimiento de estos lazos bilaterales proyecta a El Salvador como un socio regional relevante y confiable, mientras que la cooperación con Estados Unidos se perfila como un factor clave para el crecimiento económico, la seguridad y el desarrollo integral del país.













