El periodista Javier Sanz, del periódico digital español THE OBJECTIVE, destacó recientemente la efectividad del «método Bukele» en la lucha contra las pandillas en El Salvador, al señalar que las estrictas medidas del presidente Nayib Bukele han logrado transformar al país.
Sanz destacó que los números hablan por sí solos: en 2019, cuando Bukele asumió la presidencia, El Salvador registró casi 2.400 homicidios, lo que representaba una tasa alarmante de 38,5 homicidios por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, al cierre de 2024, esa cifra descendió a solo 114 homicidios, es decir, una tasa de 1,9%. La gráfica que muestra esta evolución es clara y refleja un descenso brutal en los homicidios, un cambio que ha sido posible gracias a la implementación del #RégimenDeExcepción por parte del mandatario salvadoreño desde 2022.
En ese sentido, la estrategia permitió a las autoridades suspender ciertos derechos fundamentales, como el de ser informado de los motivos de detención o la intervención de telecomunicaciones sin orden judicial, entre otras medidas. Estas acciones, según Sanz, han facilitado la detención de más de 70.000 pandilleros, contribuyendo de manera significativa a la reducción de la criminalidad.
A pesar de los impresionantes resultados y la gran popularidad del presidente Bukele, quien ganó las últimas elecciones con el 82% de los votos, varias organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por las medidas autoritarias implementadas, denunciando que estas vulneran derechos fundamentales. Frente a estas críticas, Sanz plantea una pregunta crítica: «¿Dónde estaban estas organizaciones cuando los pandilleros campaban a sus anchas por El Salvador?»
El «método Bukele», pese a las controversias, ha logrado un cambio radical en la seguridad del país, convirtiéndolo en un ejemplo mundial de lucha contra la delincuencia, aunque a costa de decisiones que han generado debate en el ámbito de los derechos humanos, donde la mayoría de salvadoreños apoyan la decisión de implementar estas medidas que han preferido proteger los derechos humanos de los ciudadanos honrados y no los de los delincuentes.
ViVa Bukele