El problema de la legalidad y explotación de las tierras en la Finca El Espino -el último pulmón de San Salvador-, no es nuevo, se remonta al siglo XIX y está ligado al poder político, judicial y económico del país, en especial de la familia Dueñas, según estimaciones del padre José María Tojeira, director del Instituto de Derechos Humanos de la UCA, IDHUCA.
En la entrevista La Noche con José Luis Solórzano, de Grupo Órbita, el jesuita reseñó el lunes 21 de mayo, que el general, senador, y presidente de la República (desempeñó varios cargos políticos) Francisco Dueñas, se mantuvo 20 años en el poder “y hay suficientes datos como para pensar que aunque ya tenía muchas tierras y haciendas aumentó su riqueza aprovechándose de reformas injustas que hubo en el siglo XIX”.
El jesuita, quien vela por los derechos de las más de 70 familias desplazadas esta semana de la finca, narró que Dueñas “expropió a los indios de tierras comunales” y que con ello se dio una continuación de la persecución de los indios que sufrieron de los españoles durante la colonia. “Estos no fueron mejores que los españoles, con los indios”, dijo.
El especialista en derechos humanos, agregó que Dueñas “no se andaban con bromas a la hora de actuar”, y recordó que incluso se le atribuye haber mandado a fusilar a otro líder de la época, al general Gerardo Barrios.
Segun el Padre Tojeira, los abusos cometidos por Dueñas originaron la Reforma Agraria en los años 70. Era inevitable. “Él se apropió de mucha tierra, cuando hay esta apropiación en base a la política y en base a un funcionamiento del Estado, donde hay un Estado acaparador en favor de unos pocos, cuando hay este tipo de situación es normal que haya una reforma agraria”, analizó Tojeira.
Según el religioso, debido a estos antecedentes, existe ahora “una exigencia ética para la familia heredera de estas tierras, de ceder algo a los colonos que han vivido ahí tanto tiempo”.
Un negocio millonario
Con el transcurso de los años, la finca El Espino, de donde fueron desalojadas estas familias por orden de la justicia salvadoreña, se volvió un lucrativo negocio para un grupo de personas que incluyen a cooperativistas que se repartieron entre ellos gran parte de los terrenos y revendieron a precios millonarios a empresarios inmobiliarios sin que los gobiernos lo impidieran.
Una de estas empresas que promueve proyectos urbanísticos en la zona es Urbánica, Desarrollos Inmobiliarios, cuyos principales accionistas son miembros de la familia Dueñas. En su página web http://www.urbanica.com.sv/ anuncian las obras realizadas entre las que se encuentran centros comerciales como La Gran Vía, Edificio Promérica, y Hotel Courtyard Marriot, entre otros, así como la construcción de apartamentos de vivienda.
La misma empresa tiene como proyecto seguir expandiendo las construcciones en los terrenos que originalmente fueron cedidos para siembras de café, pero que fueron otorgadas a nombre de particulares afanados por lucrarse al máximo de cada una de las varas del terreno que supera las 50 manzanas.
Las familias “incómodas” para el desarrollo de la zona
Por medio de movimientos legales e inclusive acudiendo al máximo tribunal de Justicia, como es la Sala de lo Constitucional, la familia Dueñas logró expulsar esta semana a 77 familias a la calle, quienes se encuentran viviendo a la intemperie a espera de alguna ayuda gubernamental o de derechos humanos.
Muchas de estas personas trabajaron con los Dueñas desde hace décadas, eran colonos que trabajaron las tierras a cambio de tener un lugar donde vivir, hasta que un juez de Antiguo Cuscatlán cumplió la orden de la Sala de lo Constitucional para desalojarlos.
“El Estado ha fallado desde el sistema judicial y el Estado ha fallado desde el viceministerio de Vivienda”, manifestó Tojeira, quien agregó que “la responsabilidad de cubrir los derechos de las personas es una responsabilidad del Estado”.
“El tema de la propiedad creo que es un derecho inalienable porque la propiedad ayuda a las personas a desarrollarse y es un derecho que todos deben tener. La queja es cuando la propiedad es acaparada por unos pocos”, agregó.
Por tal motivo, Tojeira pidió al Estado intervenir a favor de estas familias justificando además que “cuando alguien vive durante tanto tiempo en un lugar y nadie le reclama y está en pacifica posesión, deberían indemnizarles en el momento en que los saquen”.
Tojeira insiste en que en este tema hay una cuestión de ética. “Las leyes no han amparado a las familias desalojadas, pero la responsabilidad ética, civil, democrática va por otro lado a la actitud que ha tenido la familia Dueñas”, dijo.
https://youtu.be/OCDKqrdk4kk
Y será que hubo aviso anteriormente para que desalojaran con tiempo? buscar con tiempo un lugar donde vivir o fue asi de pronto?
Es lamentable leer comentarios que no abonan en nada, esa insensibilidad que existe en el corazón del hombre dice mucho de la pobreza interior que hay en ellos; recordemos que hay tiempos de vacas gordas y tiempos de vacas flacas por ende deberia de existir en el ser humano solidaridad, humildad y sencilez de corazón al dirigirnos hacia otras personas, somos seres humanos que se supone que somos inteligentes y que lo que no desees para ti no se lo desees a nadie.
Hay una frase que dice mas o menos así: «Cuando la justicia y el derecho entran en pugna, debe prevalecer la justicia». es complicada la situación segun se planteo en la entrevista y mas complicada la solución lo que debemos hacr como salvadoreños es unirnos y no permitir que una sola familia poderosa acabe con 77 familias menos afortunadas.
Esas son las grandes contradicciones morales de los derechistas: Por un lado, lloran en la TV hablando en contra del aborto. Sin embargo, cuando esos fetos se convierten en «salvadoreños» con derechos, entonces se olvidan de su humanismo y los declaran ladrones, asesinos, usurpadores. Veamos dos ejemplos: el de esta nota y el desprecio del alcalde de Santa Tecla por los vendedores. Díganles que en sus familias tienen mujeres con fetos en el vientre que hay que proteger !! Pero háganlo ya, porque cuando nazacan, serán potenciales delincuentes. Desde cuándo la hipocresía es carta electorera? Felicitaciones, padre Tojeira. Faltó un… Leer más »
La verdad es que en El Salvador ya nadie debería ser dueño de grandes terrenos, pues la población es demasiada Para un país tan chiquito. De todas maneras es cierto, familias como los Dueñas obtuvieron inmensidades de terrenos de una manera nada legal. Ya es tiempo de quitarles lo que ellos robaron a los indígenas, y regresar lo a los indígenas, púes la mayoría de desalojados y pobres continúan siendo indígenas.
¿Y cuanto han pagado por esos terrenos la gente viva que ha aprovechado para vivir en ellos y de choto todos estos años? ¿Cuantos impuestos le pagan al municipio para recibir servicios? ¿Cuantos empleos generan? No cuenta el empleo de «asaltante» que la principal ocupación de los que mal viven en marginales. Les apuesto que ni el agua ni la luz pagan, se los deben robar a las propiedades cercanas. Estos «pobresitos» profesionales TODO lo quieren de choto y para toda la vida, y eso NO debe ser así. La pobreza ya no es excusa de nada. Si ese terreno… Leer más »
El padre Tojeira y todos los que se rasgan las vestiduras por estos delincuentes paracaidistas. deberían de darles en donación su sueldo, su casa, su carro y empezar a predicar con el ejemplo
Padresito mejor vea que hace, ud de verdad se mete en muchos temas nacionales que no le competen no estoy defendiendo a los dueñas, pero tampoco a esas familias, porq hasta donde se a esa familias ya se les entrego un dinero para que desalojaran hace unos años atras y la gente tomo el dinero y se fueron pero se quedaron las otraas generaciones asi que porfa mejor quedese calladito y dediquese a dar clases mejor.