Una tarde de octubre decidí adentrarme al corazón del área metropolitana, donde sus latidos se escuchan al unísono de un ajetreo constante, casi silenciando la belleza inigualable de las imponentes estructuras de antaño, las cuales continúan firmes para recordarnos que el tiempo no se detiene.
Presurosa por gozar de ese ambiente característico del centro histórico, comencé a buscar un momento de paz y tranquilidad en medio del abarrotamiento de personas que se encontraban en cada recoveco de las calles promoviendo y comprando cosas.
La imagen que estaba ante mí se asemejaba a una gran manzana donde el Empire State, estaba conformado por la increíble pila de ropa en oferta de una mujer de tez morena y delantales largos que se encontraba en medio de un pasillo lleno de ungüentos milagrosos, cachadas de infarto, y diversos carritos con frutas acompañados de un repetitivo “acérquese corazón, pregunte sin compromiso”.
En su afán por obtener el sustento diario para sus familias, la directiva de vendedores ha pactado ante las autoridades municipales y sin darse cuenta, toda esta belleza arquitectónica ha perdido protagonismo
Es angustioso ver cómo, enfrente de las majestuosas edificaciones que conforman nuestra identidad, nuestro patrimonio cultural, de cafés elegantes que contrastan con la mística del lugar, ahora se encuentran a merced de la suciedad y desorden a causa de la comercialización de productos en la zona.
Ese centro histórico, recinto de la cripta de nuestro próximo santo, Monseñor Oscar Arnulfo Romero en Catedral Metropolitana, la Plaza Gerardo Barrios que presenció la caída de mucha feligresía durante el entierro del arzobispo en 1980, el Teatro Nacional dueño de las bellas artes como la danza y el drama, el Palacio Nacional, la Biblioteca Nacional, absolutamente TODO, vulnerado por las ventas informales que poco a poco, continúan incrementándose.
En su afán por obtener el sustento diario para sus familias, la directiva de vendedores ha pactado ante las autoridades municipales y sin darse cuenta, toda esta belleza arquitectónica ha perdido protagonismo ante los olores extraños producto de la basura y el ruido de carritos y mercaderes que impiden dar una caminata tranquila a los visitantes.
La tarde transcurría, conforme el ocaso bañaba con sus rayos dorados las cúpulas del santuario de Monseñor Romero
Fue entonces, en medio de ese montón de desconocidos sumidos en sus preocupaciones de vender, que el arte dio un atisbo de vida. Cual fénix de entre las cenizas, surgió el primer artista, con su piel plateada acompañado de su séquito de esculturas humanas dispuestas a dar color a esa tenue situación.
Y comenzaron a llegar más y más, con sus maromas circenses, con su comedia única, con sus vestimentas coloridas a demostrar las habilidades que la escuela de la vida les había enseñado a fin de mantener activo el turismo en la región, lo cual me hizo pensar que esta joya valiosa que yace en el centro de la capital no está perdida, sólo necesita ser pulida, estableciendo un acuerdo mutuo entre la comunidad comerciante y las autoridades correspondientes.
La tarde transcurría, conforme el ocaso bañaba con sus rayos dorados las cúpulas del santuario de Monseñor Romero, me di cuenta que en realidad no tenemos nada que envidiar a ningún otro país, solo mucho por agradecer y algunos detalles que afinar.
*Redacción y Fotos: Beatriz Marie Avilés | Diario La Página
Poco a poco estamos volviendo al mismo desorden de antes. Los vendedores se creen los dueños del espacio y hasta de los cubos que han sido puestos para que los transeúntes se sienten. Si estas ahí, no te piden permiso, se ubican y si no te apartas, empiezan a molestarte. El alcalde debería de hacer algo, no solo pensando en los transeúntes, sino también en la gente que ha invertido para poner negocios de calidad.
Neto Menso no sirvió de diputado mucho menos de alcalde de san salvador, que lastima las plazas del centro histórico quedaron bonitas, pero solo por el hecho de querer desprestigiar al alcalde anterior esta haciendo lo posible porque se pierdan, basura, vendedores ambulantes, desorden, teniendo a los agentes del cam no puede poner orden. Desde que ha llegado a la alcaldía solo a desprestigiar a bukele se ha dedicado y a llorar por los fondos que ya no se van a poder robar de taiwan. Y no ha hecho ningún proyecto en beneficio de los capitalinos.
Ventas callejeras las hay en todas partes. Recuerdo haber comprado mangos verdes en una venta ambulante a la vuelta de la Casa Blanca en Washington. Mi esposa compro una vez una cartera a un vendedor que las vendia en una acera de Napoles, Italia. Caminando por Roma uno puede comprar anteojos, dulces, y hasta pizzas a los venedores ambulantes. Los carritos de comida son famosos en muchas ciudades de EEUU al punto de que hay excursiones gurmet para probar la comida. Yo compre souvenirs en Caminito, Buenos Aires, a un vendedor ambulante. En Nueva York se puede comprar camisetas en… Leer más »
Neto menso, es un alcalde estupido. Regresar al desorden en plazas concebidas para el turismo y esparcimiento del pueblo, solo afirma que las nuevas ideas son la unica solucion para nuestros problemas tercermundistas!!!! Adelante Najib, tenemos que transformar el pais cuando ganemos las presidenciales y legislativas en el 2021. Nace la esperanza, viene el verdadero cambio!!!!!
los que tanto hablan de los vededores,porque no les ofrecen comida o trabajo envez d hablar pura estupideses
EL ACTUAL ALCALDE SE HA DEDICADO HACER PROPAGANDA PRESIDENCIAL, EN LUGAR DE ATENDER LAS OBLIGACIONES QUE COMO ALCALDE TENDRIA QUE HACER……..
¿no tenemos nada que envidiar a ningún otro país, solo mucho por agradecer y algunos detalles que afinar?
Por favor no hay que darse paja, eso de los vendedores es lo de menos, hay mucho más cosas importantes que solucionar, y lo primero es la inseguridad, nadie que conoce este país se quiere ir a meter a esos lugares sabiendo que peligra su vida.