La Asociación de Distribuidores de El Salvador (ADES), presentó un consolidado sobre la situación actual del contrabando de tabaco en El Salvador, y concluyó que esta actividad ilícita ocasiona pérdidas al país por US$25.6 millones en impuestos.
Entre las marcas que más se comercializan en el país se encuentran los cigarrillos chinos «Modern FF», seguidos por «Silver Elephant», también de China, y otras como «Time», «Pine», Esse Change», «Pine Change» y «THIS». Estas últimas marcas son producidas por la quinta tabacalera más grande del mundo KT & G.
La ADES destaca que, si bien las autoridades realizan un gran esfuerzo por frenar este contrabando, aún circulan en las calles del país varias marcas de tabaco que ingresan de manera ilegal golpeando fuertemente al sector formal y poniendo en riesgo la seguridad y salud de los salvadoreños.
En el caso del tabaco, este tipo de producto es de los más vendidos debido a su bajo precio y disponibilidad en los puntos de venta, ya que estos a diferencia de la industria legal, no pagan impuestos, ni cumplen con la legislación nacional. Las áreas más afectadas y con mayor concentración de producto son San Salvador, Santa Ana, San Miguel y La Libertad.
Un estudio reciente revela que el contrabando de cigarros en el mercado salvadoreño representa un 37.1%, es decir que, de cada 10 cigarros que se consumen, 4 son de forma ilícita.
La marca legal más barata en el mercado se vende a USD$2.20, mientras que las marcas ilegales se venden a tan solo un USD$1.00, habiendo más de un 100% de diferencia en el precio. Esto constituye competencia desleal que afecta a la industria legal y al Estado salvadoreño.
El contrabando de tabaco impacta a la sociedad en cuatro aspectos:
- Reducción en la recaudación tributaria
- Afecta la salud de los consumidores con productos que no cumplen con las normas de calidad y etiquetado
- Afecta la cultura de legalidad del país
- Fortalece a las organizaciones criminales al proveer recursos financieros
La información de La Organización International de Policía Criminal INTERPOL (por sus siglas en Ingles) y a otros organismos internacionales que señalan que el contrabando de cigarros “no es un delito menor” y que es parte de una red mayor que tiene vínculos al crimen organizado.
Diversos estudios documentan que el contrabando de cigarrillos ilícitos financia actividades de las pandillas de El Salvador, conocidas como “maras”, y de grupos narcotraficantes de Belice.
La ruta
El contrabando de cigarros que llega a El Salvador se origina en China, Corea, India, entre otros e ingresa a la región centroamericana a través de zonas libres de impuestos como Colón en Panamá y la de Corozal en Belice.
- Belice abastece a Guatemala, Honduras y El Salvador; y
- Panamá, desde donde se mueve el producto a Costa Rica y Nicaragua, pero también al resto de la región.
Golpe a las arcas del Estado
En 2014, un estudio de la firma CID Gallup “Del contrabando hormiga a un elefante en el mercado”, indica que los países de Centroamérica dejaron de percibir por impuestos al menos US$113,6 millones debido a los cigarros ilegales en 2014. Y esta tendencia se mantiene cada año. En El Salvador, esta actividad ilícita provocó que el Estado deje de percibir 25.6 millones de impuestos al año.
En el 2018, el estudio “Proyecto EOS de KPMG”1 reveló que el 22% de los cigarros consumidos en América Latina y Canadá eran ilegales y representó una pérdida de recaudación de impuestos de USD$6,000 millones por el consumo ilegal.