En 2018, José R. contrató los servicios profesionales de Glenda S. como contadora para su empresa, y era la encargada de realizar las declaraciones de IVA, renta, pago a cuenta y la elaboración de los contratos laborales. Para cumplir con sus funciones, José realizaba pagos a Glenda mediante cheques o transferencias bancarias, según las cantidades que ella solicitaba.
Sin embargo, en agosto de 2024, José descubrió irregularidades al consultar el portal del Ministerio de Hacienda, con la ayuda de un nuevo contador. Aunque las declaraciones habían sido presentadas, no se había pagado la totalidad de los montos, pese a que él había entregado a Glenda todo el dinero necesario.
Tras el hallazgo, intentó contactarla sin éxito, por lo que decidió buscarla en su despacho. Allí, el esposo de Glenda aseguró no estar involucrado en los hechos, pero se comprometió a cubrir la deuda. Una situación similar ocurrió con María Q., esposa de José, quien también había contratado a Glenda para llevar su contabilidad.
El caso fue llevado al Juzgado Segundo de Paz, donde se celebró una audiencia inicial de homologación de acuerdos plasmados en acta de conciliación en sede fiscal, el 22 de noviembre pasado, mediante los cuales Glenda se comprometió a devolver el dinero apropiado, que asciende a casi 17 mil dólares. El reintegro se realizará en cuotas durante un plazo de aproximadamente dos años.
Como castigo debe de usar guantes de ahora en adelante, esa maná no se le quitara de la noche a la manana, que no cometió el delito en China sino ya estaria cuta
es dificl comfiar en la mayoria de salvadoreños he esuchado casos de administradores de empresas ganando bien y robanado a la compania en que trabaja y en vez de meterlos presos los despiden el salvadoreño la mayoria son ladrones
Y le quedo debiendo a medio mundo… Con llorar y hacerse la víctima se ganaba la confianza de la gente
Señora estafadora se fingía cristiana, católica a su conveniencia ojalá de la cara y pague sus deudas.