Más de una veintena de homicidios agravados fueron cometidos entre 2010 y 2019 por una estructura de la pandilla 18 que delinquía en Usulután. Tras una investigación, la Policía Nacional Civil capturó a 31 pandilleros y fueron presentados en un Juzgado Especializado de Instrucción de San Miguel, que mandó a los imputados a juicio.
En la vista pública realizada en el Juzgado Especializado de Sentencia se presentaron pruebas suficientes que corroboraron diferentes participaciones de los imputados, condenándolos a penas que oscilan entre 20 y 305 años de cárcel.
Manuel Higinio Guerrero recibió la pena más alta (305 años) por participar en 14 homicidios; mientras que Ismael Salgado Campos fue sentenciado a 209 años por su participación en 10 asesinatos. Otros recibieron penas de 20 años por cada homicidio en el que participaron.