En solo 23 días del mes de diciembre, más de 60 personas han resultado quemados por pólvora, según dio a conocer este lunes Comando de Salvamento.
La noche del jueves 19 de diciembre, al menos 18 personas resultaron quemadas por causa del «Torito pinto» durante el cierre de las fiestas patronales en el municipio de Quezaltepeque, La Libertad.
Personal de Comandos de Salvamento de esa localidad atendió a las víctimas, la institución aseguró que entre ellas había quienes tenían quemaduras de segundo y tercer grado.
Misma situación se vivió en el municipio de Quezaltepeque, donde el pasado 8 de diciembre. siete personas resultaron con quemaduras de primer y segundo grado al ser alcanzadas por los pirotécnicos lanzados también por el Torito Pinto en sus fiestas patronales.
“La mayoría de personas han salido afectadas por atreverse a ponerse enfrente del Torito Pinto y en estos casos es donde han surgido la mayoría afectadas por la pólvora este periodo”, afirmó el director ejecutivo de Comandos de Salvamento, Roberto Cruz.
Las pautas médicas indican que una quemadura de primer grado es aquella que afecta solo la capa externa de la piel, pero las de segundo grado afectan tanto la capa externa como la subyacente. Las quemaduras de tercer grado afectan las capas más profundas de la piel.
Los morteros, prohibida su venta y su uso en el país según lo establece la Ley Especial para la Regulación y Control de las Actividades Relativas a la Pirotecnia, son los que históricamente causan la mayor parte de las lesiones en los niños.
Después de los morteros, están los cohetillos, aunque también la pólvora china, las estrellitas, los buscaniguas y los silbadores, también prohibidos por ley, están dentro del registro de pirotécnicos que han causado daños.
La preocupación las instituciones de socorro es mayor, debido a que la cifra de personas quemadas puede incrementarse antes de los picos históricos en los que hay más eventos de este tipo: la Navidad, la noche del 31 de diciembre y la madrugada del 1 de enero.
“Le queremos pedir a la población que, si le va comprar pirotécnicos a sus hijos como cuetes y luces de bengala trate la manera de estar con ellos porque podemos hacer que el niño entienda la forma adecuada en la que se deben de manipular estos productos”, afirmó.
“También se presentan casos donde los adultos tiran morteros y los niños los van a buscar, ellos a veces piensan que son estrellitas y les explotan los morteros en la mano, eso es peligros y los padres deben de estar al cuidado”, agregó.