El Tribunal Sexto Contra el Crimen Organizado de San Salvador condenó a María Bernarda Martínez a 10 años de prisión por los delitos de amenazas con agravación especial y agrupaciones ilícitas, en perjuicio de la paz pública.
De acuerdo con las investigaciones policiales, desde 2015 Martínez colaboraba activamente con la clica Cristos Escalones Locos Salvatruchos de la MS-13. Su papel dentro de la estructura incluía el traslado de droga, la recolección de extorsiones y la intimidación de víctimas en nombre de la pandilla.
En 2016, la acusada huyó hacia Estados Unidos, pero en 2022 fue deportada debido a su vinculación con la estructura criminal y otros delitos. Posteriormente, fue procesada en territorio salvadoreño.
El juzgador determinó que “existe una pluralidad de información documental y pericial conexa, coherente y complementaria”, con lo cual se comprobó la participación de la imputada en los hechos. Con base en ello, se le impuso una condena de 5 años por cada delito. En el caso de agrupaciones ilícitas, Martínez fue juzgada conforme al Código Penal anterior.