El presidente Nayib Bukele recordó cómo, en el pasado reciente, muchos centros educativos del país fueron utilizados como espacios de reclutamiento por parte de las pandillas más violentas del planeta, marcando generaciones enteras con dolor y luto.
“Así eran antes los centros educativos en nuestro país: lugares de reclutamiento de pandilleros. Y no eran pandillas cualquiera, sino las más sanguinarias del mundo”, afirmó el mandatario.
Bukele lamentó que esa realidad dejó una profunda huella en miles de familias salvadoreñas: madres que hoy lloran a sus hijos encarcelados, otras que los lloran en los cementerios y muchas que siguen buscando a los desaparecidos.
En este contexto, defendió la implementación de medidas de disciplina en las escuelas, asegurando que estas buscan prevenir que la tragedia se repita. “Dicen que quien no conoce su historia está condenado a repetirla. El Salvador no la va a repetir, por más que nos critiquen”, subrayó.
El Gobierno sostiene que estas acciones no son únicamente un asunto de orden en las aulas, sino un componente clave dentro de una estrategia integral de seguridad y reconstrucción del tejido social, cuyo fin es garantizar que las futuras generaciones crezcan lejos de la violencia y de la influencia criminal que por décadas marcó a las comunidades.