La Asamblea Legislativa aprobó el pasado miércoles 30 de abril una serie de reformas a la Ley Especial de Migración y Extranjería, con el objetivo de facilitar la residencia definitiva a extranjeros que apoyen o inviertan en proyectos que estén siendo promovidos por El Salvador, y eliminar la Tarjeta Migratoria de Ingreso (TMI), que se exigía a ciudadanos de ciertos países al entrar a El Salvador.
La reforma permitirá que extranjeros vinculados a proyectos del Ejecutivo obtengan la residencia permanente sin estar sujetos al plazo máximo de dos años de ausencia del país. Además, se estableció una tasa de $690 por año por este nuevo servicio migratorio, que será incorporado como el numeral 13 del artículo 152 de la ley, y detallado en el artículo 325.
Asimismo, se eliminó la TMI, un documento migratorio que costaba $12 y que se cobraba a personas de nacionalidades específicas, como Estados Unidos, Canadá, México y Brasil, al ingresar al país. También se exigía a ciudadanos de Arabia Saudita, Australia, República Dominicana, Emiratos Árabes Unidos, Singapur, entre otros.
El director general de Migración, Ricardo Cucalón, argumentó ante la Comisión de Salvadoreños en el Exterior, Legislación y Gobierno, mientras se discutió esta reforma previa a su aprobación por el pleno, que la tarjeta era una medida discriminatoria y contraria a la política de puertas abiertas que busca fomentar el país. “No es congruente, no es justo, no es correcto… Yo los invito a mi casa y le digo a Eleonora ‘ponete ahí en la puerta y les empezás a cobrar’, es ridículo, ¿no es cierto?”, declaró.
La reforma fue aprobada con 56 votos a favor. La diputada Claudia Ortiz, del partido Vamos, votó en contra, mientras que los legisladores del partido Arena no participaron en la votación. Con esta decisión, El Salvador busca proyectarse como un destino más accesible y atractivo para inversionistas y colaboradores internacionales.