Ante la llegada de Semana Santa, arzobispo recuerda que las actividades religiosas se realizarán de forma virtual

El Arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, informó a la feligresía Católica que las actividades de Semana Santa se realizarán de forma virtual. «Pedimos a los fieles que participen de la Semana Santa a través de la radio, televisión y redes sociales», indicó el prelado.

Escobar Alas, sacerdotes de diversas Iglesias se sumergieron en el mundo de las nuevas tecnologías transmitiendo las misas por redes sociales sin presencia de la comunidad, ante la pandemia del coronavirus que hasta este domingo ha cobrado la vida de 33.921 personas en todo el mundo.

El purpurado hizo un llamó a los tres poderes del Estado a unirse, «dejar de lado los intereses políticos y trabajar en bien de la población», dijo.

Días atrás, el Canciller de la Arquidiócesis de San Salvador, monseñor Rafael Urrutia, informó que se realizarían ciertas medidas para evitar el contacto entre los feligreses, una de ellas era la cancelación del “saludo de paz” el cual se sustituyó por una reverencia. Así como también, propuso que la Hostia sea distribuida en la mano y no en la boca.

El arzobispo, pidió a los salvadoreños acatar las recomendaciones de las autoridades y quedarse en casa para evitar contagios del COVID-19. “Quédense en casa y no salgan, porque de este modo se evita la propagación del virus”, añadió.

La Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) anunció el pasado jueves 19 de marzo la suspensión de todas las actividades religiosas propias de la Semana Santa y que congregan a numerosos grupos de fieles, para enfrentar el coronavirus.

La medida abarca todas las parroquias del país y es inédita dentro de la tradición católica salvadoreña.

«Todas las celebraciones religiosas y actividades pastorales con presencia de fieles quedan suspendidas, incluidas las de Semana Santa», dijo la Iglesia Católica mediante un comunicado emitido hoy en redes sociales.

Los obispos salvadoreños invitaron a la comunidad católica a practicar la «iglesia doméstica», es decir, unirse en familia para conmemorar la vida, pasión y muerte de Jesucristo, y seguir las actividades del clero por los medios de comunicación.