Will Smith ha sido por varios años el rostro de Bad Boys (Policías rebeldes) junto a su compañero Martin Lawrence. La primera parte de la película fue lanzada 1995, la segunda en 2003 y la tercera en el 2020. Ahora, a inicios de este año el también actor de Rey Richard (film con el que ganó el Oscar) confirmó en redes sociales que él y su colega volverán a la acción en la gran pantalla gracias a la cuarta entrega de la franquicia.
El largometraje aún no cuenta con un título oficial, pero se confirmó que está en las primeras fases de preproducción en el estudio Sony Pictures. Además, los directores de la tercera parte, Adil El Arbi y Bilall Fallah también regresarán a trabajar de forma conjunta, según adelantó Deadline.
Aún se desconoce información detallada sobre la trama de Bad Boys 4, pero, lo que sí es seguro es que Smith y Lawrence regresarán interpretando a los detectives Mike Lowrey y Marcus Burnett, respectivamente, en su nuevas aventuras en Miami.
Las películas previas de la franquicia han recaudado más de 840 millones de dólares en todo el mundo. Y de hecho, solo la tercera parte se embolsó 204 millones en Estados Unidos, llegando a ser el largometraje más taquillero de 2020 antes del covid-19.
Bad Boys (1995) gira en torno a “un alijo de heroína valorado en 100 millones de dólares, el cual es robado del mismísimo depósito de la policía de Miami. El caso le será asignado a los agentes Mike Lowery (Smith) y Marcus Burnett (Lawrence), una pareja conocida por ser bastante peculiar en los métodos que utilizan. La única pista que tienen para comenzar es la de una joven testigo informante de la policía, que les ayudará a identificar a los atracadores, misma a la que tendrán que proteger”, según su sinopsis.
En la segunda parte los agentes investigan un cartel urbano cubano mientras una multitud de pastillas de éxtasis inunda Florida, situación que los lleva a adentrarse en una guerra de mafias. Por último, en la tercera entrega Marcus está más que listo para un merecido descanso, hasta que su compañero Mike se convierte en el objetivo principal de un sanguinario cártel que lo obliga a volver al ruedo.
