Por años, Sebastian Stan fue reconocido como Bucky Barnes, el Soldado del Invierno del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM).
Aunque su carrera incluyó papeles de reparto en películas como Yo, Tonya (2017) y la serie Pam & Tommy (2022), su imagen parecía atada al éxito comercial de Marvel.
Sin embargo, en 2023, Stan sorprendió a la crítica con dos interpretaciones que redefinieron su trayectoria y lo llevaron a una inesperada nominación al Oscar.
El actor de 42 años brilla en A Different Man, donde un personaje con una condición facial se somete a una cirugía para adquirir la apariencia de Stan. Su actuación le valió el Oso de Plata en Berlín y el Globo de Oro.
Pero, como menciona The New York Times, fue su transformación en El Aprendiz, donde interpreta a Donald Trump en sus primeros años como empresario inmobiliario, lo que consolidó su nuevo estatus en la industria.
Un papel polémico en medio de la contienda electoral
Desde su estreno en el Festival de Cannes en mayo de 2023, El Aprendiz se convirtió en un proyecto controvertido.
La película retrata a un joven Trump de los años 70 y 80, mostrando su relación con su padre, su ambición y su progresiva falta de escrúpulos.
La historia incluye momentos difíciles, como su traición a su mentor Roy Cohn y una agresión a su esposa Ivana, basada en un testimonio legal de ella misma (posteriormente matizado por la propia Ivana).
El expresidente de Estados Unidos reaccionó de inmediato: calificó la película de “pura ficción” y amenazó con demandar a los realizadores, aunque nunca llevó a cabo la acción legal.
Además, el proyecto encontró dificultades para encontrar distribuidor. Estudios como Netflix, Amazon y A24 rechazaron la película, lo que limitó su impacto inicial.
Finalmente, Briarcliff Entertainment adquirió los derechos y la película llegó a plataformas como Apple TV+ y YouTube.
El rechazo de Hollywood al filme también afectó a Stan: Variety no pudo incluirlo en su serie de entrevistas Actors on Actors porque otros actores se negaron a hablar sobre Trump.
Jeremy Strong, su compañero de reparto y nominado a Mejor Actor de Reparto por su papel como Roy Cohn, lamentó la falta de respaldo de la industria:
“Hollywood no tuvo el valor de apoyar esta película, pero al menos la comunidad artística la ha reconocido con nominaciones al Oscar”.
De nominado al Globo de Oro a candidato al Oscar
Pese a la controversia, la interpretación de Stan ha sido aclamada. Su nominación al Oscar a Mejor Actor lo coloca en competencia con figuras como Adrien Brody (The Brutalist), Timothée Chalamet (A Complete Unknown), Colman Domingo (Sing Sing) y Ralph Fiennes (Conclave).
La película, más allá de las polémicas, le permitió mostrar su rango actoral y alejarse de la imagen del héroe de acción.
Preparación extrema para interpretar a Trump
Para dar vida al magnate, Stan se sumergió en cientos de horas de material audiovisual. Observó el lenguaje corporal, los patrones de habla y hasta la respiración de Trump.
“Me di cuenta de que no respira profundamente, lo hace desde la garganta. Eso afecta su postura y su forma de caminar”, explicó el actor. Su meta no era imitarlo, sino capturar su esencia en cada gesto y mirada.
Además, descubrió que el Trump de los años 70 era diferente al de la actualidad. “Había un soñador ahí, alguien con cierto idealismo sobre Nueva York y Estados Unidos”, afirmó. Sin embargo, la historia muestra cómo su personalidad se endurece con los años, convirtiéndolo en un hombre despiadado y oportunista.
Un desafío que casi rechaza
El papel representaba un riesgo para su carrera, y Stan lo sabía. Antes de aceptarlo, consultó con un ejecutivo de estudio y un director de casting, ambos le recomendaron que lo rechazara. Pero Jessica Chastain, su amiga y compañera en The 355, lo alentó: “Si tienes miedo, tienes que hacerlo”.
Stan, quien admite sentirse impulsado por el miedo y el desafío, finalmente apostó por la transformación.
En entrevistas ha señalado que su participación en Marvel le dio estabilidad económica, lo que le permitió arriesgarse en proyectos más desafiantes. “Gracias a Bucky Barnes, pude tomar este tipo de decisiones”, reconoció.
De Rumania a Hollywood: una historia de reinvención
La historia personal de Stan también influyó en su conexión con el papel. Nació en Rumania en 1982, en plena dictadura de Nicolae Ceaușescu.
Tras la caída del régimen, su padre emigró a Estados Unidos y su madre se trasladó a Viena, donde él la alcanzó después de un tiempo viviendo con sus abuelos. A los 12 años se mudó con ella a Nueva York, donde encontró su vocación en la actuación.
Esa sensación de ser un inmigrante sin raíces le permitió entender la mentalidad de Trump. “Los inmigrantes en Estados Unidos son algunos de los más patrióticos. Mi padre amaba América y los años 80, le encantaba Ronald Reagan”, recordó Stan.
Sin embargo, ve en Trump una distorsión de ese sueño americano. “Cuando miras su mentalidad, ves a alguien que cree que se le ha hecho una injusticia terrible y que debe superar cualquier cosa que lo haga parecer débil”, explicó.
Sebastian Stan, un actor transformado
La carrera de Sebastian Stan ha dado un giro radical. De ser un rostro recurrente en el cine de superhéroes, ahora es reconocido como un actor capaz de asumir papeles complejos y desafiantes.
Su nominación al Oscar marca un hito en su trayectoria y, gane o no, lo posiciona en una nueva categoría dentro de la industria.
“El Aprendiz es un retrato fresco de Trump, pero también de una verdad estadounidense que no siempre se analiza”, concluyó el actor. Un riesgo que ha valido la pena.