Tal día como hoy, pero de 1995, se estrenaba una de las películas que revolucionó la industria del cine en todo el mundo. El 22 de noviembre de ese año, que coincidía con Acción de Gracias en Estados Unidos, Pixar Animation Studios lanzaba Toy Story, la cinta que cambiaría la historia del cine de animación para siempre. El estruendo fue sonoro, y el éxito en taquilla lo fue más con una recaudación de alrededor de 400 millones de dólares.
El largometraje hizo que Pixar se colocara en la cresta de la ola de la animación y, una década después, la empresa Walt Disney Pictures, que había sido la socia distribuidora de Toy Story, compró el estudio por completo adhiriéndolo a su estructura. Este fue el gran colofón, pero lo cierto es que la película tuvo que superar muchas pruebas hasta llegar a estrenarse. Como homenaje a Woody, Buzz Lightyear y sus amigos repasaremos las curiosidades en torno a cómo se fraguó este exitoso proyecto.
Tin Toy
Antes del estreno de Toy Story, Pixar estaba detrás de innovar la animación utilizando la tecnología a través del ordenador, tanto es así que unos siete años antes, en 1988, creó un cortometraje que sería embrionario de las aventuras de los juguetes más famosos del mundo. Este se llamaba ‘Tin Toy’ y narraba la historia de un soldadito de juguete que sentía miedo de su dueño, un bebé. El proyecto fue un éxito y ganó un premio Óscar en la categoría de mejor cortometraje animado. ¡Ojo!, que en el siguiente párrafo vienen spoilers.
La historia de Tinny, el juguete protagonista del corto, evocaba algunos de los valores que ya se vieron en la posterior Toy Story. Al principio siente miedo al ser un recién llegado a una casa donde el bebé que juega con los juguetes los termina rompiendo. Tras esconderse junto a otros compañeros, el soldadito siente compasión del niño cuando este empieza a llorar por no tener con quien jugar y termina por salir a su encuentro. Pero como ya sabemos cómo son los bebes, apenas dura un momento con el juguete y lo deja al instante, con lo que Tinny termina la aventura ofendido.
De Larry Lunar a Buzz Lightyear
Casi todo el mundo conoce a Buzz Lightyear, el juguete que cambió la vida de Woody, pero lo que no mucha gente sabe es que ese nombre tan reconocible hoy por todos no fue la primera opción para el personaje. Pixar barajaba varias posibilidades para una figura clave de su animación, y entre los nombres que estaban encima de la mesa cobró mucha fuerza el de Larry Lunar, es más, se llamaba así al principio. Otro de ellos fue Tempestad de Morph.
Además, destaca que el actor que le dio vida, Tim Allen, no fue la única opción de Pixar. Billy Crystal, años después, desveló que la productora le había ofrecido el papel, pero que lo rechazó, siendo, según sus palabras en 2001, de lo único que se arrepiente de haber rechazado en su carrera.
¿Toy Story?
En el año 2011, Lee Unkich, director de la tercera entrega de la animación y editor de la primera, reveló que ‘Toy Story’ simplemente era un título provisional para la cinta y que tenían entre manos algunas otras opciones. Algunas de ellas eran bastante descriptivas con la trama, como ‘Amigos de Película’ o ‘El vaquero y el hombre espacial’, y otras con un tono más humorístico como ‘Hecho en Taiwán’.
Otros títulos que cogieron bastante fuerza fueron los que ellos consideraron como algo más creativos: ‘Juguetes en el Barrio’ o ‘Tráeme el brazo de Buzz Lightyear’. Otras voces señalan el que hubiera sido un título bastante apropiado, al menos así lo consideran muchos fanáticos de la saga, y no es otro que la mítica frase del juguete espacial: ‘Hasta el infinito y más allá’.
Casi nos quedamos sin Toy Story
El día que Pixar presentó los bocetos de la historia a Disney, el director de animación de la empresa dijo no estar interesado en el proyecto. Esto ocurrió el 19 de noviembre de 1993. Algunas de las razones que esbozaba era que Buzz Lightyear y Woody eran personajes un poco desagradables y con una química extraña entre ellos. Es por ello que el estudio tuvo que cambiar la naturaleza de los protagonistas para hacerlos «más atractivos».
No sabemos cómo hubieran resultado esos primeros Woody y Buzz ni si Disney tenía razón en su consideración inicial de ellos, lo que sí conocemos es que el resultado final fue todo un éxito. La vida de los juguetes más famosos de la historia (con permiso de Barbie y Ken) tiene ya un cuarto de siglo y parece que aún le queda carrete, aunque solo sea por la cantidad de fans que hay de la saga.
