Han pasado casi 30 años desde que se estrenó Batman Regresa (Batman Returns) de Tim Burton, quien siempre se ha caracterizado por ser un director que imprime el lado «oscuro» a sus filmes, por lo que su adaptación del héroe enmascarado sorprendió y encantó, pero también incomodó.
En 1992, año en que se estrenó Batman Regresa, las películas de superhéroes estaban pensadas que fueran principalmente para niños, por lo que cuando a Burton se le ocurrió hacer a un Pingüino más oscuro, cruel y un tanto repugnante, ya que en gran parte de la película se le ve como escurre una sustancia negra de su boca, causó mucha polémica entre los estudios y también el equipo de mercadotecnia.
os fanáticos del héroe quedaron fascinados con la interpretación de Michael Keaton como Batman, así como las actuaciones de Michelle Pfeiffer como «Gatubela», y de Danny DeVito como «El Pingüino», quienes a la fecha siguen siendo recordados por sus papeles. Además, de que en taquilla la película fue todo un éxito, pues se invirtieron 80 millones de dólares y se obtuvieron ganancias por más de 266 millones de dólares.
Con estas cifras, se veía venir una tercera parte de Batman a cargo de Tim Burton como director y aunque el cineasta trabajó un guión, tenía pensados a los villanos y hasta había solicitado el diseño de un nuevo traje para que Michael Keaton lo volviera a portar, sólo un factor en la ecuación no estaba contemplado: McDonalds.
La empresa multinacional de comida rápida no se mostró muy contenta con el trabajo de Burton, debido a que existía un convenio y querían hacer todo lo posible por explotar la imagen del superhéroe y vender todo tipo de mercancía, sin embargo, no todos los personajes podían comercializarse, pues creían que podían asustar a los niños.
En busca de algo familiar
Incluso, padres de familia se quejaron constantemente con Warner Bros. porque sus personajes habían afectado de alguna forma a sus hijos. Además, con el éxito de Batman Returns, se logró el lanzamiento de la Batman: La serie animada, que también se consideró muy oscura y violenta para su momento.
Ante este tipo de presiones por parte de los consumidores y del público, los ejecutivos de Warner Bros. preguntaron a Burton si estaba seguro que quería seguir con otra película de Batman o si no estaba interesado en iniciar «otros proyectos».
«A partir de ahí, Warner Bros. decidió cambiar el enfoque hacia algo más familiar. Entonces yo entendí que no era el director adecuado para ello», comentó Burton durante una entrevista.
Por este motivo, el director prefirió bajarse del banquillo, pero apoyó la idea de que Joel Schumacher estuviera al frente de la nueva entrega que se llamó Batman Eternamente (Batman Forever), que, como todos sabemos, fue acaba por los críticos y por el público, a pesar de que en taquilla obtuvo 336 millones de dólares, cuando su presupuesto fue de 100 millones de dólares.