El intérprete de ‘Beautiful Girls’ y Janice Turner, de 61 años, han sido acusados de afirmar falsamente que habían enviado transferencias bancarias por artículos de lujo por valor de más de un millón de dólares, pero negaron los cargos de fraude organizado y hurto mayor durante una vista de comparecencia ante el juez de circuito de Broward, Ernest Kollra.
Según el periódico Sun Sentinel, la fianza se fijó en 90.000 dólares en una vista anterior y el juez no realizó ningún cambio.
La Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en el Distrito Sur de Florida, explicó anteriormente que los cargos del rapero de 34 años y de su madre se derivan de su presunta participación en «un plan para estafar a sus víctimas, vendedores de vehículos especiales de alta gama, joyas y otros bienes adquiridos por los acusados mediante el uso de documentos fraudulentos».
La fiscalía afirmó que la pareja «se enriqueció injustamente al declarar falsamente que había realizado transferencias bancarias u otras transferencias monetarias como pago de vehículos, joyas y otros bienes adquiridos por los acusados, cuando en realidad los supuestos bancos no habían realizado dichas transferencias bancarias u otras transferencias monetarias, y posteriormente los acusados retuvieron o intentaron retener los vehículos, joyas y otros bienes a pesar de la falta de pago. Mediante la ejecución de este esquema, los acusados obtuvieron más de 1 millón de dólares en bienes».
La pareja está acusada de haber robado casi 500.000 dólares en joyas, más de 200.000 dólares del Bank of America, más de 100.000 dólares del First Republic Bank, 160.000 dólares de un concesionario de Cadillac Escalade y 86.000 dólares de un fabricante de camas a medida.
En mayo, Kingston fue detenido en una base militar de California -donde actuaba- y extraditado a Florida tras el registro de su domicilio en el estado, donde también fue arrestada su madre.
En el momento de su detención, el músico cumplía dos años de libertad condicional por tráfico de bienes robados.
Anteriormente, su madre se declaró culpable de fraude bancario por el robo de 160.000 dólares y cumplió más de un año de prisión.
La pareja deberá volver a comparecer ante el tribunal en octubre, y también se enfrenta a cargos relacionados en un tribunal federal.