El rapero de 55 años -que actualmente se encuentra en la cárcel a la espera de juicio por cargos de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución- ha sido acusado por Kirk Burrowes, su cofundador en Bad Boy Entertainment, de crear un ambiente de trabajo altamente tóxico y manipulador, lleno de acoso sexual, agresiones y «cumplimiento forzado de actos sexuales degradantes».
En una denuncia de 18 páginas obtenida por la revista Rolling Stone, Kirk acusó al intérprete de ‘I’ll Be Missing You’ de haberle sometido a insinuaciones sexuales no deseadas, actos de exhibicionismo sexual, incluyendo desnudos, y agresiones sexuales durante el tiempo en que lanzaron la discográfica, y alega que la situación llegó a la violencia física, el chantaje y la extorsión.
El empresario acusó a su antiguo amigo de manosearle con frecuencia la entrepierna y las nalgas y de obligarle a ver al rapero «participando en actos sexuales con empleados, becarios, posibles artistas y terceros» en su oficina de Manhattan.
Afirmó que le llamaban por el interfono de la oficina por un motivo concreto, para luego ver a Diddy recibiendo favores sexuales, lo que, en su opinión, estaba diseñado para doblegarle y establecer su sumisión.
La demanda alega que en 1995, el rapero de ‘It’s All About the Benjamins’ retuvo físicamente a Kirk en un apartamento «impidiéndole salir quitándole las llaves, inmovilizándole sobre una cama y simulando el coito hasta que eyaculó» y que durante un viaje de negocios ese mismo año, el músico supuestamente organizó una reunión en su suite, sólo para recibir a su socio desnudo y «exigirle que mirara mientras se masturbaba».
Según el denunciante, los presuntos abusos e intimidaciones terminaron en 1996, cuando Diddy irrumpió en su oficina con un bate de beisbol y le obligó a ceder su participación del 25% en Bad Boy Entertainment «o se enfrentaría a violentas repercusiones». También alegó que el rapero saboteó posteriormente su carrera.
El empresario acusó a su antiguo amigo de manosearle con frecuencia la entrepierna y las nalgas y de obligarle a ver al rapero «participando en actos sexuales con empleados, becarios, posibles artistas y terceros» en su oficina de Manhattan.
Afirmó que le llamaban por el interfono de la oficina por un motivo concreto, para luego ver a Diddy recibiendo favores sexuales, lo que, en su opinión, estaba diseñado para doblegarle y establecer su sumisión.
La demanda alega que en 1995, el rapero de ‘It’s All About the Benjamins’ retuvo físicamente a Kirk en un apartamento «impidiéndole salir quitándole las llaves, inmovilizándole sobre una cama y simulando el coito hasta que eyaculó» y que durante un viaje de negocios ese mismo año, el músico supuestamente organizó una reunión en su suite, sólo para recibir a su socio desnudo y «exigirle que mirara mientras se masturbaba».
Según el denunciante, los presuntos abusos e intimidaciones terminaron en 1996, cuando Diddy irrumpió en su oficina con un bate de beisbol y le obligó a ceder su participación del 25% en Bad Boy Entertainment «o se enfrentaría a violentas repercusiones». También alegó que el rapero saboteó posteriormente su carrera.