Sarah Ferguson, la exesposa del príncipe Andrés y la madre de las princesas Beatriz y Eugenia, acaba de recibir otro duro golpe tras descubrir que tiene un melanoma maligno.
Este diagnóstico llega tan sólo seis meses después de que tuviera que recibir tratamiento por un cáncer de mama. Ese ha sido precisamente el motivo por el que han detectado el melanoma: su dermatólogo pidió que se le extirparan varios lunares al mismo tiempo que se sometía a una cirugía reconstructiva tras su mastectomía, y el análisis posterior confirmó que uno de ellos era cáncer.
La duquesa se enfrentará ahora a «más pruebas» para determinar si se ha detectado a tiempo, pero varios fuentes de su entorno aseguran que se encuentra de buen humor y mantiene una actitud positiva. Por el momento ella no ha hablado ni de su pronóstico ni del largo proceso que tiene por delante.
En el comunicado que ha hecho público a través de su representante tras filtrase la noticia sólo ha querido expresar su gratitud al equipo médico que la ha tratado, entre los que se encuentran el Dr. Andrew Furness, oncólogo consultor del Hospital Royal Marsden de Londres, y Catherine Borysiewicz, dermatóloga consultora del Hospital King Edward VII de Londres.
«Ella cree que su experiencia subraya la importancia de comprobar el tamaño, la forma, el color y la textura y la aparición de nuevos lunares que pueden ser un signo de melanoma».
Se cree que Sarah, que ha publicado varios libros infantiles y de novela romántico tras su divorcio, se está recuperando en la clínica MAYRLIFE de Austria.