La actriz Salma Hayek forma parte de dos industrias: la cinematográfica por derecho propio y la de la moda a través de su matrimonio con François Henri Pinault- en la que la cirugía plástica está a la orden del día, al igual que la alergia a envejecer un solo día-.
Aunque ella siempre ha atribuido su cutis de veinteañera a una genética privilegiada y las manos mágicas de su masajista facial, a sus 52 años cada vez resulta más complicado que su palabra se dé por buena y no surjan rumores sobre algún que otro retoque que ella, por su parte, se empieza a cansar de desmentir.
«No me he hecho nada», aclaró por enésima vez en una nueva entrevista. «No sé cómo explicarlo», reconoce acerca de su aparente inmunidad ante el paso del tiempo, que ella no trata de atribuir su impresionante aspecto a los tópicos como beber dos litros de agua diarios. «A veces bebo mucha, y otros día no», aclaró.
De ponerse no se ha puesto porque siempre tuvo. La típica chaparrita con hermosa figura. Ahora por la edad si alguna estiradita para que la gravedad no sea incomoda
Esta mujer siempre fue asi de buenota desde joven y se ve que aun no se ha hecho nada..saludos Salma.