La estrella de ‘El diario de Bridget Jones’, de 55 años, admite que estuvo increíblemente ocupada durante la mayor parte de sus 20 y 30 años y que no encontró tiempo para asentarse en un lugar hasta que se tomó un descanso de Hollywood en 2010.
Cuando se le pidió que diera un consejo a su yo más joven, Renée declaró al periódico The Guardian: «Chica, ve más despacio. Ir de un sitio a otro no es saludable, no debes vivir constantemente con la maleta… Yo no deshice la maleta hasta que tuve 41 años».
Renée insistió en que no se arrepiente de haberse tomado un descanso de seis años en su carrera cinematográfica.
Y añadió: «Había mucho que atesorar… Me examiné a mí misma. Y como no me cuidaba a los 30 años, no tomaba buenas decisiones todo el tiempo… Es muy fácil olvidarse de uno mismo en medio del caos».
Todo esto llega cuando la actriz se prepara para estrenar su cuarta película de Bridget Jones: ‘Bridget Jones: Loca por el chico’, que se estrenará en los cines en febrero, y admite que empatiza con el personaje por la presión que sufren las mujeres para casarse y tener hijos.
Renée -que estuvo casada con el músico Kenny Chesney durante cinco meses en 2005 y no tiene hijos- añadió: «Elegir no tener hijos no es tan excepcional, ¿verdad? Creo que es bastante común hoy en día».
Y añadió sobre el personaje -creado por la escritora Helen Fielding en una columna de periódico en los años noventa: «¿No es genial que Helen creara este personaje del que la gente quiere hablar durante 30 años? Creo que la gente se ve reflejada en sus imperfecciones, su vulnerabilidad y su miedo. Su autenticidad y transparente humanidad hacen que la gente sienta fácilmente: ‘la conozco'».
