La estrella de 57 años se convirtió en un símbolo sexual internacional en los años 90, cuando interpretó a C.J. Parker en ‘Baywatch’, pero siempre se ha sentido aislada como actriz.
En un ensayo como invitada para la revista PEOPLE, Pamela compartió: «Actuar es un mecanismo de supervivencia. Todos lo hacemos. Hacer carrera con ello es una bendición. Desde un niño pequeño que aprendió a sonreír y a seguir adelante ante la desesperación… hasta un estudiante que lucha, busca, experimenta y se tortura en clase de interpretación -o ambas cosas-, aprendemos sobre la marcha. Y todos tenemos un camino diferente para llegar hasta aquí. Esta es una industria de inadaptados».
Pamela ha sufrido muchos altibajos en su carrera, pero la estrella de Hollywood pudo identificarse con su personaje en pantalla en ‘The Last Showgirl’, la película dramática dirigida por Gia Coppola.
La estrella -que interpretó a Shelly Gardner, una veterana corista de Las Vegas, en la aclamada cinta- explicó: «Ser artista es solitario y está lleno de secretos. Yo he pasado por eso. A veces me han tratado como un objeto y me han descartado. He cometido errores, me he reinventado una y otra vez. Y también me he rendido, pero he descubierto que cuando creía que era el final, en realidad era el principio. El personaje de Shelly en ‘The Last Showgirl’ es portador de todos estos sentimientos, esperanzas y deseos. Ha encontrado su vocación, su sentido y su manera de salir adelante, y se lo están arrancando de cuajo. Nadie lo entiende mejor que un artista, que entiende el elemento de ‘vida o muerte’ de ser visto, escuchado y, esencialmente, amado».
