El incombustible Ozzy Osbourne está de vuelta, lo cual resulta sorprendente porque, el pasado mes de febrero, el propio artista dejaba entrever que el final de su carrera se encontraba más cerca de lo deseado, por culpa de sus problemas de salud. Regresar a su Inglaterra natal, donde vive en una mansión con su propio estudio de grabación, parece haberle insuflado nuevas energías al que fuera líder de Black Sabbath. Y es que, ahora, lejos de lamentarse por sus achaques, el roquero ha anunciado que lanzará un nuevo disco y que saldrá de gira en 2024.
Sus últimos años han estado marcados por graves contratiempos físicos, como cuando sufrió un corte en la mano que desembocó en una infección que casi le cuesta la vida, así como por varias intervenciones quirúrgicas para paliar sus tradicionales problemas de espalda. Pero a día de hoy, el artista de 74 años mira al futuro con optimismo y se está «poniendo en forma» para estar a la altura de las exigencias de la música en directo y de su propia leyenda.
«Ya he pasado por la última operación, ahora me estoy poniendo en forma. Quiero publicar un álbum más y salir de gira el año que viene», ha revelado en su entrevista a Metal Hammer. A pesar de su frágil salud, lo cierto es que Ozzy Osbourne no ha dejado de trabajar en todo este tiempo, como ha recordado él mismo al presumir del éxito cosechado con sus dos últimos trabajos: ‘Ordinary Man’ (2020) y ‘Patient Number 9’ (2022), álbumes en los que precisamente se desahogaba sobre la racha de adversidades que atravesaba.
El astro del rock ha aceptado que no volverá a ser el de antes. Su supervivencia profesional dependerá de cómo se adapte a las circunstancias y, a veces, eso conlleva una retirada a tiempo. Eso fue precisamente lo que hizo el artista el pasado mes de julio, al cancelar una actuación que tenía programada en un festival de heavy metal ante los primeros síntomas de recaída. Él mismo pidió a sus buenos amigos de Judas Priest que le sustituyeran en el escenario.
«Ya he tenido toda la cirugía que necesitaba, gracias a Dios. Me siento bien, pero estaba cansado de encadenar operaciones. Pensaba que estaría recuperado hace unos meses. No podía acostumbrarme a este modo de vida, en el que constantemente te pasa algo malo. Todavía no puedo andar bien, pero a menos no me duele. Las operaciones en la espalda han salido bien», ha reconocido.
