La actriz de 40 años convertida en directora ha intentado no preocuparse por ser «aceptada o querida» por su trabajo porque cree que centrarse en la popularidad puede llevar a la gente a tomar decisiones equivocadas por razones equivocadas.
En el Festival de Cine del Mar Rojo, la estrella explicó: «Los directores tienen que decidir en un momento dado si quieren ser una celebridad o un artista. Debido a las redes sociales, esto se está combinando aún más con algo que es bastante peligroso para la forma de arte. Cuando combinas el cine o la interpretación con la aceptación a gran escala, cortas inmediatamente toda oportunidad de hacer cualquier trabajo arriesgado. Por eso era importante para mí no centrarme nunca demasiado en ser aceptada o querida».
A Olivia le interesan mucho las películas de países no dominados por el mundo online.
Y añadió: «Me interesan mucho las películas procedentes de una sociedad que ha sido adoctrinada con la misma cantidad de material cliché».
La directora de ‘Don’t Worry Darling’ considera que hacer películas es una forma de arte y no se propone producir obras que sabe que serán populares.
Indicó: «No hago películas para que a la gente le gusten. Quiero que la gente las disfrute. Pero creo que es un juego perdido si intentas hacer la película favorita de todo el mundo. El éxito consiste en estar conectado con la creación de algo que sea fiel a la idea que tienes como una auténtica extensión de ti mismo, no en si la gente lo aprueba».
A Olivia siempre le interesó el proceso de creación cinematográfica, pero se sintió empujada a ser actriz.
Así lo señaló: «Siempre quise hacer mis propias películas, aprender a editar y a escribir. Pero a muchas jóvenes, cuando nos gustan las historias, nos dicen que deberíamos ser actrices. Y a los chicos jóvenes que dicen que les encanta el cine les dicen que deberían ser directores».
La actriz de ‘Tron: Legacy’ no está dispuesta a abandonar su carrera en la pantalla porque cree que le ofrece muchas oportunidades de aprender más sobre cómo estar detrás de la cámara.
Dijo: «Para mí, actuar es como el espionaje, porque puedo ver el set de otro director. Y la mayoría de los directores nunca ven dirigir a otros directores. Tengo la oportunidad de ver dirigir a gente a la que respeto de verdad».