Nicole Kidman suele despertar llorando en mitad de la noche.
La actriz de Hollywood, de 57 años, admite que está «más abierta a las emociones» ahora que tiene 50, ya que está criando a sus hijos y lidiando con el dolor de la pérdida de sus padres, además de volcar sus sentimientos en sus papeles como actriz.
En una entrevista para la edición de los Hombres del Año 2024 de la revista británica GQ, Nicole explicó: «Me considero abierta a las emociones … Ahora más. Aún más… Mortalidad. Conexión. La vida que viene y te golpea. Y la pérdida de los padres y la crianza de los hijos y el matrimonio y todas las cosas que te convierten en un ser humano plenamente sensible. Estoy en todos esos lugares. Así que la vida es, uf. Definitivamente es un viaje. Y a medida que te haces mayor te das cuenta de que te despiertas a las 3:00 de la mañana llorando y jadeando. Yo estoy en ello. Completamente».
El padre de Nicole, Antony, murió a los 75 años en 2014 y su madre, Janelle, falleció en septiembre, justo una semana después de que concediera la entrevista a GQ.
Y añadió: «Está el aspecto de la mortalidad de la vida que, cuando empiezas a tratar con eso, es muy pesado. Cuando crías a tus hijos, piensas: ‘Tengo que quedarme aquí’. Quiero ver todo esto. Es devastador, hermoso y extraordinario…».
Nicole explicó que sus hijas – Sunday, de 16 años, y Faith, de 13, con su marido Keith Urban – eran muy pequeñas cuando murió su padre y vieron lo disgustada que estaba y ella sintió que tenía que «superar» el dolor por su bien y que en realidad le ayudó a «mejorar».
En la charla con la revista, la actriz también reveló que canaliza todas sus emociones en sus papeles y que a menudo se siente mal y no puede dormir.
Dijo: «Me enfermo o me altero. Penetra en mis sueños, no duermo bien, tiemblo, tengo todo tipo de manifestaciones físicas diferentes por ello».