La actriz Nicole Eggert (51) ha dado a conocer públicamente su batalla contra el cáncer de mama. La que fuera intérprete de la popular serie Baywatch en la que daba vida al personaje de Summer Quinn, recibió el preocupante diagnóstico a principios de diciembre. Un mes antes, la artista ya había experimentado los primeros síntomas de la enfermedad, aunque en principio los atribuyó a los efectos de la menopausia.
En una entrevista a People, Eggert ha contado que le resultó más complicado de lo previsto conseguir cita con el especialista, tras haber acudido a su doctor de confianza entre fuertes dolores. «Tenía palpitaciones y me dolía mucho. Inmediatamente fui a mi médico de cabecera y me dijo que tenían que mirármelo inmediatamente. Pero el problema es que no me daban cita, estaba todo cubierto», ha explicado.
Finalmente, a finales de noviembre pudo someterse a una revisión exhaustiva, cuyos resultados constataron que el cáncer se halla en el estadio dos. Eggert ha revelado que está deseando operarse y recibir tratamiento cuanto antes. La artista ha confesado que está muy asustada, pero no tanto por la dolencia como tal, sino por la incertidumbre acerca del modo en que tendrá que proceder.
«Puedo sentir el bulto, definitivamente está ahí y necesito quitármelo. Me produce pánico, porque cada segundo que pasa lo siento dentro de mí, creciendo. Sólo quiero que me lo saquen», se ha sincerado sobre la ansiedad que la invade. «Pero hay que decidir si sigo primero el tratamiento, antes de la cirugía, o si pueden operarme antes de iniciar el tratamiento», ha contado.
Nicole Eggert está decidida a vencer el cáncer fundamentalmente para proteger a sus dos hijas, Dilyn, de 25 años, y Keegan, quien tiene 12. Su primogénita es fruto de su extinto matrimonio con el también actor Justin Herwick. Por otro lado, se desconoce la identidad del padre de la pequeña. En ese sentido, la actriz ha asegurado que ella es la única figura de referencia para Keegan, ya que no tiene ningún otro familiar que pueda ocuparse de su hija en un hipotético escenario sin ella.
«Dilyn es adulta, pero tengo una hija de 12 años que sólo depende de mí. No tengo familia. No tengo nada. Y me di cuenta inmediatamente de que no puedo sucumbir ante esto. Tengo que pasar por ello, tengo que vencerlo. Ella me necesita más que a nadie en el mundo», ha manifestado con rotundidad.